La pobreza es un factor que desde el comienzo de la crisis ha pivotado al centro de la atención mediática y popular en muchas ocasiones. Uno de los sectores más vulnerables a este fenómeno dadas sus condiciones son los jóvenes mayores de edad cuyo riesgo de escasez económica ha disminuido en Europa, pero en España ha aumento.
Los datos otorgados hoy por la Oficina Europea de Estadística, Eurostat, muestran que en la Unión Europea las cifras son optimistas. En 2017, los jóvenes con trabajo pero en riesgo de pobreza era de un once por ciento, una mejora de 1,1 puntos respecto a 2016. Con ello se sigue la tendencia que comenzó en el pico de 2014.
Pese a las buenas noticias, la traducción a España no es favorable, pues se posiciona como cuarto país con peores resultados, un 19 por ciento, solo adelantados por Rumanía (28,2), Luxemburgo (20) y Dinamarca (19,2). En los mejores puestos se sitúan la República Checa con 1,5 por ciento; Eslovaquia con un 3,8; y Finlandia con un 4,2.
Esto muestra que aun con trabajo, la renta no salva a estos jóvenes de la pobreza. El Consejo de la Juventud de España, CJE, señala que la principal causa es la precariedad laboral. Las personas que la sufren, en ciertos casos, pueden sustentarse en el colchón familiar; pero las personas de un hogar más humilde donde no existe ese salvavidas se enfrentan a un escenario más crudo, lo que aumenta los índices de diferencias socioeconómicas por origen. Todo ello como conclusión al informe presentado por la consultoría InPactos el 18 de diciembre del año pasado.
Los datos del informe señalan que un 29,6 por ciento de los jóvenes se encuentran en situación de pobreza relativa, lo que se traduce a casi dos millones de personas entre 2016 y 2017, siete puntos por encima de la población total. El 9,5 por ciento se encuentran en pobreza severa, 600 personas, casi tres puntos por encima de la población general.
El presidente del Consejo, Manuel Ramos, informa que “el hecho de que la población joven en riesgo de pobreza o exclusión social se sitúe en el 47,7 por ciento es una alarma social que debe abordarse tanto con medidas urgentes como con medidas que modifiquen la estructura económica de nuestra sociedad”.