Cualquier farmacéutico que se precie ha tenido algún que otro problema con un paciente que acude a la farmacia a que le dispensen los medicamentos que le ha recetado su médico para cualquier dolencia o enfermedad. Estos problemas vienen en la mayoría de los casos por el propio medicamento, es decir, su nombre.
En muchos casos, el farmacéutico tiene que explicar al paciente el porqué hoy se da este medicamento y el mes anterior se le dio otro. Ahí es donde entra en juego la tan ‘odiada’ por muchos, la subasta farmacéutica. Esta, vigente desde 2011 en Andalucía, lo que busca principalmente es ahorrar a la hora de adquirir grandes cantidades de medicamentos, aquellos que suelen ser prescritos en la sanidad pública con mayor frecuencia. Por lo tanto, ajustando el precio a la baja con los laboratorios, el que ofrezca el menor precio, se llevará la concesión. Esta medida de ahorro impulsada desde final de 2011 fue llevada a cabo sin llegar a un acuerdo con el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos.
La intención del PP
El fin del PSOE en Andalucía y la llegada de Juan Manuel Moreno Bonilla a la presidencia de la Junta de Andalucía podrían traer el fin de la subasta farmacéutica. Habrá que esperar el inicio de la legislatura popular con el apoyo de Ciudadanos y VOX para ver si esta medida de se lleva a cabo ya que el PSOE consiguió ahorrar en el déficit con este sistema. ¿Renunciará a este ahorro cuando contemplen sus beneficios?