Incluso antes de que Pedro Sánchez hiciera su valoración sobre sus primeros 200 días de gobierno en el Palacio de La Moncloa, el bloque de centro-derecha ya tenía algo que decir. No le dio tiempo al presidente del PP, Pablo Casado; ni al secreario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, a escuchar una autocrítica para algunos "demasiado optimista" del presidente del Gobierno. Ambos partidos se centraron, una vez más, en el desafío soberanista para cargar contra el secretario general del PSOE y se erigieron como los encargados de velar por la unidad del país.
Casado acusó a Sánchez de seguir los pasos del último presidente del Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de crear "una crisis institucional y territorial gravísima". El presidente de Gñenova 13 tachó la labor de Sánchez de "nefasta" y volvió a acusar de ser el presidente del Gobierno con menos representación parlamentaria de la historia de la democracia. Además, sacó pecho y anunció que el pacto PP-Ciudadanos, con el apoyo puntual de Vox, en la Junta de Andalucía es la antesala de lo que ocurrirá en las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019. "Es un anticipo para la recuperación del Gobierno de España", celebró el popular -a pesar de que Sánchez anunció que pretende agotar la legislatura-.
Sánchez presenta un balance catastrófico que podría caber en un tuit, una pesadilla de gobierno de izquierda radical, rehén de independentistas y batasunos. El Presidente con menos apoyo, sin ganar elecciones y el primero que gobierna de la mano de los quieren destruir España. pic.twitter.com/DT74FrXRjh
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) 28 de diciembre de 2018
Por su parte, Villegas se centró en pedir al presidente que disolviera el Parlamento y que convoque elecciones porque el Gobierno no puede apoyarse en "independentistas y radicales", aquellos que "quieren romper España". A través de un estudio que hizo la formación naranja, su secretario general pidió a Sánchez que deje de pactar con las fuerzas soberanistas y le acusó de ser "el presidente que gusta a los golpistas" por su actitud "de sumisión y servilismo".
Cada vez más ciudadanos rechazan la alianza del sanchismo con todos los que quieren liquidar España. Por eso Sánchez no se atreve a convocar #EleccionesYa. La legislatura está agotada. Que ponga las urnas y deje de temer al pueblo español. @CiudadanoVille????pic.twitter.com/XPcaRZG4cb
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 28 de diciembre de 2018