La investigación sobre la extraña muerte de la profesora Laura Luelmo en El Campillo (Huelva) da pequeños pasos. La autopsia preliminar ha revelado que la joven de 26 años murió por un fuerte golpe en la cabeza dos o tres días después de su desaparición.
Según los expertos del Instituto Anatómico Forense de Huelva, el cuerpo sin vida de Luelmo presenta un traumatismo craneoencefálico. Además, los restos en su cuerpo determinan que murió entre el 14 y el 15 de diciembre, dos días después de que desapareciera el pasado 12 del mismo mes. Ahora la investigación se centra en descubrir si Laura estuvo retenida o murió malherida en la zona en la que apareció su cadáver. Todo apunta a que el asesino trasladó el cuerpo hasta el lugar arrastrándolo días después de su muerte -de ahí que, a 200 metros, se encontraran unos pantalones vaqueros abandonados-.
La investigación se encuentra bajo secreto de sumario por orden judicial. No obstante, todas las hipótesis apuntan a que Laura fue víctima de agresiones sexuales por parte de Bernardo Montoya, el principal sospechoso de su muerte. Una autopsia más intensiva revelará muchas más pruebas y podría detectar restos de ADN del agresor en el cuerpo de la víctima.