El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró ayer tranquilo ante los últimos pasos del independentismo catalán. Después de que la pasada mañana, los exdiputados de JxCAT Jordi Turull y Jordi Sànchez iniciaran una huelga de hambre, el secretario general del PSOE quitó hierro al asunto, a pesar de que dijo que "no es una buena noticia". "Los presos van a tener un juicio justo", aseguró el presidente del Ejecutivo. Además, pidió a los españoles que respeten la independencia del Poder Judicial, a la vez que se mostró optimista en cuanto a la estabilidad de su gobierno a pesar del juicio del procés.
Desde la sede donde se celebra cumbre del G20, en Buenos Aires (Argentina), el presidente del Gobierno presionó para que el acuerdo final incluyera un epígrafe sobre la inmigración. "Hemos logrado que en el próximo G20 en Japón se incluya en la agenda el asunto de las migraciones", apuntó el presidente. No obstante, a pesar de mostrarse a favor de la inmigración, Sánchez indicó que lo mejor para el pesquero que protege a 12 inmigrantes en el Mediterráneo es que toque tierras líbanas.
