Tantas horas de pleno en el Tribunal Supremo y dos días de posturas encontradas entre los magistrados del Alto Tribunal advertían que la decisión no podía tener buen camino para la parte más débil de este conflicto frente a la banca, los consumidores.
15 votos a favor contra 13 inclinaron la balanza a favor de que el comprador de una vivienda es el que tiene que pagar el impuesto de Acto Jurídicos Documentados. Los 28 magistrados de lo Contencioso del Tribunal Supremo han dado así marcha atrás a la sentencia de una de las salas del Alto tribunal, que había abierto la puerta a la esperanza a millones de hipotecados y que esperaban recuperar una media de 3 euros por hipoteca, sin límite de prescripción.
El Tribunal Supremo acaba de zanjar la polémica, levantada por el presidente de la Sala Tercera que había puesto el grito en el cielo por la decisión emitida por sus compañeros y que habían hecho caer la Bolsa en segundos, ocasionando pérdidas millonarias a la banca y al IBEX 35 en una jornada de desfreno de venta de acciones de las principales entidades bancarias españolas.
Los magistrados avalan con esta votación la jurisprudencia tradicional por lo que el cliente seguirá pagando el impuesto derivado de la compra de una vivienda, tal y como se estaba haciendo ahora. Además, la Sala ha desestimado tres recursos que había presentado la Empresa Municipal de Rivas Vaciamadrid.
La conclusión y el resultado final es que la banca gana, como en los casinos. Una decisión que cierra la puerta a la inseguridad jurídica que estaba abierta en las útimas semanas, y que propició el frenazo de las entidades bancarias a conceder nuevas hipotecas.
De todas formas, es significativo el dato de que 13 de los 28 magistrados se opusieron al criterio de la mayoría, y que se manifestaban a favor de que las entidades bancarias se hiciesen cargo del impuesto de Actos Jurídicos Documentados, tal y como ya se había indicado en varias sentencias de distintas instancias civiles de juzgados de toda España. La primera de ellas en Pontevedra, en un caso defendido por la abogada viguesa Annie Buquet.
La votación ha sidfo muy reñida, como el debate jurídico interno que se ha vivido intra muros en el seno del Tribunal Supremo. De hecho, el resultado de la votación final ha sido acogido con sorpresa, estupefacción y desánimo por el mundo del derecho, que esperaban una decisión más voluntariosa hacia los compradores de la vivienda, entendiendo que es el que presta el dinero el que tiene que hacerse cargo de los impuestos pues es el que hace el negocio de prestar dinero.
A los 15 magistrados les ha pesado más la amenza de las entidades bancarias y las declaciones de los prebostes finanancieros que al día siguiente de la polémica sentencia del Tribunal Supremo dijeron tajantes que la banca no es un negocio que pierda dinero.
Su puede afirmar, tras la votación de esta tarde, que el Supremo da marcha atrás a su deliberación.
Con todo, los fallos ya emitidos por el Supremo en sentido favorable a los compradores, y que fueron dictadas a mediados del mes de octubre, seguirán manteniendo su carácter firme y se tendrán que cunmplir. Es decir, en esos casos, los bancos tendrán que asumir la decisión del Alto Tribunal y acatar el pago de los impuestos, además del resto de gastos de constitución y formalización de una hipoteca.