Desde ayer lunes se está llevando a cabo el juicio por el ‘caso Romanones’ en el que se culpa al padre Román como presunto autor de abusos sexuales a un joven, al que los medios han llamado Daniel, cuando éste era menor de edad.
Hoy declaran ante el juez, en calidad de testigos, siete sacerdotes que en su momento se vieron salpicados también por el caso, pero que el juez declaró como una causa prescrita y fueron absueltos de toda culpabilidad. En su momento, según fuentes del caso, fueron acusados de silenciar los hechos que posteriormente se denunciaron.
En la primera sesión del juicio, celebrada ayer lunes, el único sacerdote procesado, el padre Román, negó haber tenido ningún tipo de contacto sexual con el denunciante. “No he dado besos en la boca en la vida”, aseguraba el cura además de añadir que se limitó a “asesorar al joven en el plano religioso, como una forma de profundizar en su fe”, indicando que lo único que le ofreció fue “amor cristiano”.
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A pesar de su defensa, el expediente canónigo de la iglesia sí admite los abusos y habla incluso de un clan en la diócesis de Granada, que habría actuado entre los años 2004 y 2007, tal y como indica el denunciante que en su momento envió incluso una carta al Papa Francisco, donde le explicaba los hechos y recibió una respuesta pidiéndole disculpas al respecto.
El próximo viernes declarara el propio arzobispo para confirmar dicho expediente, que en su momento fue rechazado por la defensa, pero que el juez finalmente ha admitido a trámite.
El juicio continuará hasta el próximo 21 de marzo en la Sección Segunda de la Audiencia de Granada, y podrán seguir toda la información al respecto a través de Columna Cero.