El Gobierno ha vuelto al ojo del huracán en el desafío soberanista de Cataluña. La delegada del Ejecutivo en Cataluña, Teresa Cunillera, se ha mostrado favorable a que se absolviera a los políticos presos por el procés catalán si estos así lo solicitaran. No obstante, ha pedido que no se especule el futuro y ha pedido que se deje actuar a la Justicia.
Estas palabras de la socialista han provocado un maremoto de críticas. Por ello, el equipo de Cunillera se ha visto en la obligsdo de recular y matizar las palabras de la delegada, asegurando que “en todo momento se respeta la autonomía del Poder Judicial”. No obstante, no es la primera vez que el PSOE sopesa esta opción: el lider del PSC, Miquel Iceta, ofreció la absolución de los presos en plena campaña electoral y el propio ministro de Asuntos Exteriores, José Borrell, aseguró que preferiría que en España no hubiera nadie encarcelado por su actividad política “siempre que no se salte la ley”.
Varias compañeras del partido han salido al paso de las críticas hacia Cunillera. La ministra de Administración Territorial, Meritxell Batet, ha vuelto a repetir que el Gobierno respeta la independencia judicial y que no pueden intervenir en las decisiones de los magistrados. Por su parte, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que no se puede hablar de posibles absoluciones si todavía no se ha emitido una sentencia judicial firme.