Cada año, millones de personas acuden al dentista con el objetivo de mejorar su salud bucal. Empastes, reconstrucciones y endodoncias suelen ser algunas de las opciones para reparar un diente, aunque el miedo a la extracción sigue ahí. Por ello, muchas personas apuestan ya por la implantología dental.
En la actualidad, muchas clínicas dentales anuncian en medios de comunicación la implantología dental a través de fórmulas como “implantología dental desde…”. Sin embargo, algunos afirman que esta promoción sólo incluye un componente de la operación, que es el tornillo de titanio, que se coloca en el hueco dejado por el diente sustraído. Pero, ¿cuánto nos cuesta realmente reponer un diente? ¿Cuál es el precio de un implante dental?
El precio total de un implante dental: un coste que va más allá del diente
Sin duda, el precio final de un implante dental para una persona suele ir más allá de la pieza dental que la persona quiere ponerse. Por ello, la mejor manera de saber cuánto nos costará reponer un diente que no tenemos es acudir a una clínica dental de confianza para resolver todas las dudas que tengamos.
Lo primero, a la hora de hacer una operación, tenemos que saber que tenemos que acudir a una clínica dental. Eso significa que el dentista pondrá un precio a la consulta donde realizaremos la operación, así como todo el material técnico que utilizará el profesional a la hora de la intervención dental. También, no sólo el tornillo que se utilizará para realizar el implante dental entra en el precio, sino la corona protésica que será la terminación del diente nuevo que queremos poner en nuestra boca.
La calidad y precio de los materiales: una cuestión de vital importancia sanitaria
Cada vez que vamos a un médico a realizar una operación, hay que saber que los materiales y el implante deben cumplir con una garantía sanitaria y tiene que ser de alta gama. En cuanto a los tornillos utilizados, los dentistas utilizan material de alta gama, que sean tanto seguras como duraderas y que sea investigado previamente por estudios científicos para comprobar su alta calidad. Por ello, hay que rehuir de aquellos implantes de imitación ya que podría generar problemas en nuestra salud dental tanto a corto como a largo plazo.
Un implante dental que tiene que tener una garantía fija para el usuario que se haga dicha operación. En caso de que el diente genere problemas sanitarios para la persona, esa garantía debe de cubrir la posibilidad de que el dentista pueda sustituir ese implante por otro nuevo de la misma calidad y del mismo material.
Una vez colocado el tornillo, la intervención finaliza con la colocación de la corona protésica. Un elemento indispensable en un implante dental, que permitirá al usuario disponer de un nuevo diente en su zona bucal. En esta parte, las coronas protésicas pueden ser de zirconio y de porcelana, siendo las últimas más económicas para el usuario. En cambio, las coronas de zirconio suelen ser más resistentes de cara a las comidas.
Por último, los servicios odontológicos utilizados por el propio dentista y los aditamentos protésicos servirán para fijar más el implante dental a la nueva boca del usuario. En definitiva, el usuario debe de conocer todos los elementos posibles a la hora de realizar un implante dental en una clínica. Una operación que debe de salir a la perfección con el objetivo de favorecer la salud dental de la persona.