Según un estudio publicado por el Institute for Research in Economic and Fiscal Issues de Suiza, España es el tercer país de Europa que más impuestos cobra a las PYMES. Solo se sitúan por delante Francia e Italia. En el lado contrario, en el de los países que menos tasas imponen a las empresas pequeñas y medianas, se encuentran Croacia con un 18,6%, Luxemburgo con 20,2%, Chipre 23,2%, Irlanda 25,9% y Dinamarca con el 26%.
Entre los impuestos que pagan las empresas en nuestro país, se encuentra el Impuestos de Sociedades. Este impuesto varía según la empresa y sus beneficios, ya que tiene diferentes tramos. Además de este impuesto, hay que añadir la cotización social que paga cada empresa por su trabajador. Es decir, toda empresa paga las contribuciones pertinentes a la Seguridad Social por cada trabajador, un dato que no aparece reflejado en la nómina del empleado.
Además hay que añadir el Impuesto sobre la Propiedad, que se cobra a todo aquel negocio que tenga un local. El IVA y otras tasas municipales y licencias especiales. Es decir, más de cinco gravámenes distintos que hacen que el 58% de los beneficios de una empresa pequeña y mediana española vayan destinados a los impuestos.