El pleno del Congreso de los Diputados ha dado luz verde, con el único voto en contra del PP, a tramitar la proposición de ley presentada en la Cámara Baja por el PSOE, para facilitar el derecho a morir a las personas con enfermedad o discapacidad grave que no tengan más opciones de tratamiento y que quieran voluntariamente, y con informes médicos, acabar con su vida.
Se trata, tal y como ha recordado la portavoz del Grupo Parlamentario socialista, Adriana Lastra, de una "buena" ley y de un "avance legislativo" del siglo XXI porque aporta las garantías legislativas "suficientes" tanto para los pacientes como para los profesionales sanitarios.
En concreto, según la propuesta de los socialistas, que abogan por incluirla como una prestación más en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS), sería el propio paciente, según sus "valores vitales", con una discapacidad "grave", un sufrimiento físico y psíquico "intolerable, insoportable e irreversible", una "altísima" dependencia a otras personas y con un diagnóstico realizado por un profesional sanitario, quien deberá pedir la eutanasia.
LA LEY NECESITARÁ ENMENDARSE
La proposición de ley ha sido sólo rechazada por el PP, quien ha reconocido ser un día "triste" porque con la aceptación de llevar esta normativa a trámite se está reconociendo la "derrota" profesional, política, médica y social ante los enfermos.
No obstante, el resto de partidos sí han mostrado su apoyo a la proposición de ley de los socialistas, incluido Ciudadanos.