La AUGC ha hecho público su rechazo a “la pompa y el boato” del último desfile, que con motivo de la celebración de la patrona del cuerpo, la Virgen del Pilar, tuvo lugar en Burgos, en octubre de 2016.
El evento costó “89.048 euros de gasto público, además de 12 horas de trabajo desperdiciadas (tiramos por lo bajo) de los agentes que desfilaron aquel día, pues no solo consistió en el propio desfile, si no en las horas de ensayo de días anteriores”.
La asociación dice que, además “la Guardia Civil tiene el desparpajo de responder que ‘buena parte del gasto, sobre todo en orden a atenciones protocolarias, fue asumido por entidades ajenas al cuerpo de la Guardia Civil’. Es decir, la Guardia Civil de Burgos monta el sarao, pero lo pagan otros”.
Ante la respuesta de los mandos superiores, la AUGC se pregunta: “Quiénes son esas otras entidades que han pagado el gasto?, ¿está recogido en algún presupuesto este gasto ajeno a la propia entidad?”.
Y concluye “sólo con lo gastado por la Guardia Civil, se podría haber dotado de chalecos antibalas a 222 agentes, que en el estado de Alerta 4 en el que estamos creemos que debería ser una prioridad para aquellos que dirigen esta institución”.