El asesino de Leticia Rosino, de 16 años, tuvo una gran discusión con su padre horas antes del crimen. Según apuntan fuentes cercanas a la investigación, el pastor recriminó a su hijo que no acudiera esa mañana a las clases en el centro donde está matriculado en Benavente, a escasos kilómetros de Castrogonzalo, la localidad en el que viven.
Tras varios cursos suspensos de manera continuada, José Ángel decidió cambiar de centro a su hijo. Lo inscribió en una escuela para mayores de edad y, excepcionalmente, para jóvenes que no pueden acudir al horario escolar habitual por trabajo, como era el caso de D. Tras un intercambio de palabras, el pastor golpeó a su hijo continuadamente. Esto era algo habitual en este entorno familiar, pues José Ángel pegaba a su hijo habitualmente tras consumir alcohol.
La Guardia Civil piensa que, por este motivo, el menor habría culpado a su padre del asesianto de Leticia Rosino, de 32 años. La Benemérita internó a D. en un centro de menores de Valladolid tras ver cómo incurría en continuas contradicciones en su declaración. Su padre, minutos después, era puesto en libertad sin cargos. Leticia murió lapidada tras intentar evitar una agresión sexual.
