El Ritmos y Costumbres es un local de esos que tienen fama de dar problemas a los vecinos de la zona, en la calle Corredera Baja de San Pablo, de Madrid. Abierto como Club de Fumadores, a nombre de una asociación que no puede tener actividad con ánimo de lucro, se publicita como discoteca ‘after hour’, a 20 euros la entrada.
Deben de ser unas fiestas estupendas, porque en el sótano, al que se accede por una puerta reducida por vallas a 70 centímetros, la Policía Municipal encontró, el domingo, a 307 clientes en un habitáculo con aforo para 99. Parece que sitio no les sobraba para bailar.
Aún así, todos salieron a la calle, sin incidencia ninguna y en orden. Solo 7 pidieron el libro de reclamaciones que, por supuesto, les fue negado.
En la inspección participaron 10 agentes, un Subinspector de empleo y Seguridad Social, 7 técnicos municipales de la Agencia de Actividades (ADA) y la Comisionada de la Mesa del Ocio.
Eso era el camarote de los hermanos Marx.