Un nuevo posible caso de corrupción vuelve a salpicar al PP valenciano. En esta ocasión el señalado es Pedro Agramunt, el veterano senador y expresidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, ente diferenciado de la Unión Europea, cuyas recomendaciones sobre temas como los derechos humanos tienen mucho peso.
Un organismo que le acusa en un informe independiente de haber cometido «posibles actividades corruptas» por beneficiar los intereses de Azerbaiyán. El documento de más de 200 páginas elaborado por el Equipo Independiente de Investigación sobre la Corrupción de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), arroja una serie de datos muy preocupantes para el dirigente popular al atribuir que «una gran parte del éxito» para alcanzar la presidencia del organismo fue debido a un posible «apoyo financiero», que cifra en un soborno de 200 euros, recibido desde Azerbaiyán.
POSIBLES ACTIVIDADES CORRUPTAS
Además, se remarcan «posibles actividades corruptas» encabezadas por dirigentes del país caucásico y el propio Agramunt, que, según el escrito, ha apoyado con regularidad los intereses de Azerbaiyán.
Los redactores del documento recogen el testimonio de uno de los testigos, la secretaria de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que asegura que miembros del órgano como Agramunt «podrían haber sido sobornado al ofrecerle prostitutas» durante las elecciones que tuvieron lugar en el estado en el año 2015.
Estas prostitutas formarían parte de los regalos otorgados a diferentes políticos que también incluirían productos electrónicos de lujo, relojes y joyas, vacaciones pagadas y grandes sumas de dinero en efectivo o transferidas a través de empresas anónimas.
Pese a ello, el informe insiste en que aún no puede probar que «tales ofertas se hicieron en nombre de las autoridades» del país caucásico. Los investigadores también apuntan que intentaron recabar el testimonio del dirigente popular aunque este se negó.
SEGÚN AGRAMUNT, TODO ES FALSO
Agramunt, quiso desmentir ayer tajantemente la acusación de que cobró 200 euros para favorecer los intereses de Azerbaiyán, e insistió en que esta información responde a una «sarta de mentiras».
Agramunt tuvo que dejar en 2017 la presidencia de la Asamblea de Europa, después de que la cámara escenificase la pérdida de confianza hacia su máximo representante.