La secretaria general de Esquerra Republicana de Cataluña, Marta Rovira, ha decidido dar la cara y explicar su huida de España el pasado 23 de marzo, cuando tenía que comparecer ante el juez Llarena. Ese mismo día, sus compañeros secesionistas Carme Forcadell o Jordi Turull entre otros fueron enviados a prisión preventiva.
Ayer, tres semanas después de la encarcelación, explicó que está a disposición de más autoridades suizas, pero que está dispuesta a pedir asilo político. Ha asegurado, además, que “no iba a tener un juicio justo en España”, por lo que decidió irse. En ningún momento ha mentado la palabra fuga o huida. “Allí no podía expresar ya mis ideales políticos”.
Marta Rovira comparte país con Anna Gabriel, fugada el pasado enero. Ambas llevan una vida discreta. La primera está acusada de un delito de rebelión, por el que la de dla tensión del juez Llarena está activada. La segunda está acusada de un delito de malversación, por lo que sería detenida si volviera a España.