Ana Julia Quezada acabó con la vida del pequeño Gabriel el pasado 27 de febrero en la finca Las Hortichuelas, en Almería, propiedad de la familia del padre del menor. Tras aparecer el cadáver del niño el pasado 11 de marzo en el maletero de la pareja de Ángel, el padre del niño, se le realizó la autopsia, cuyo primeros datos revelaron que murió sofocado y con un golpe en la cabeza. Ahora, con los datos ampliados de la misma, se sabe que Gabriel murió “una o dos horas después de comer”, según los forenses.
El juez Rafael Soriano, encargado de juzgar a Ana Julia, ha hecho públicos los resultados del Instituto Nacional de Toxicología. Con estos resultados se desliga que murió a las pocas horas de ser “secuestrado” por Ana Julia. Los primeros datos de la misma se hicieron públicos el pasado 12 de marzo, un día después de que apareciera el cadáver.
Ana Julia Quezada permanece detenida en la cárcel de El Acebuche, en Almería, desde el pasado 14 de marzo. Soriano, en su auto de encarcelamiento, expresó que “resulta presuntamente incuestionable la participación” en su “macabro plan”. Horas después, de boca de la asesina confesa del niño, se supo que había hecho un hoyo con una pala para enterrar el cuerpo sin vida del niño “y que Ángel no sufriera”.
Rafael Soriano ha citado a declarar a diez personas, algunos familiares del pequeño Gabriel. Lo harán el próximo 10 de abril los dos primeros convocados; el resto, el 19, sendos días a las 10.00 horas.
