Los Presupuestos Generales del Estado para el año 2018, presentados esta semana por el Gobierno del PP, y que de momento solo cuentan con el apoyo de Ciudadanos, suponen nuevos recortes del gasto educativo y sanitario, en relación al porcentaje de PIB, que se destina a estas partidas básicas del Estado de bienestar.
Tanto el gasto dedicado a educación como a sanidad, caen respectivamente con esos recortes a sus mínimos históricos.
GASTO EN SANIDAD
El gasto en Sanidad supondrá en estas cuentas un 5,8% del PIB, dos décimas menos que en 2017 y, por primera vez, se sitúa por debajo del 6% que se le había dedicado históricamente. Esta proporción está muy alejada del 7% que las organizaciones profesionales sanitarias consideran el mínimo imprescindible, para poder mantener un servicio público de calidad.
GASTO EN EDUCACIÓN
Por su parte, Educación también ve recortado dos décimas su porcentaje sobre el PIB -del 4% baja al 3,8%-, que no se compensa con el aumento de las becas y ayudas al estudio (un 2,11% más que el año anterior).
La inversión sanitaria y educativa, también reducen su proporción sobre el gasto total de los presupuestos, ya que la primera pasa a ser el 14,4% (14,6% en 2017) y la segunda, el 9,5% del total (9,6% en 2017).