La detención del rapero catalán Pablo Hasél, por componer canciones en contra de la monarquía, se ha convertido en la polémica del momento. Algo que ha servido para que muchas caras públicas destapen su opción política: Ana Rosa Quintana, Isabel Rábago, Antonio Rossi, Saúl Órtiz y muchos otros periodistas han mostrado su aire conservador mientras que otros como el actor Omar Ayuso (Élite), Máxim Huerta o Jorge Javier Vázquez han optado por aires más progresistas dejando bien claro que la libertad de expresión está por encima de todo. La última en dar la campanada ha sido la colaboradora de Sálvame y presentadora de un programa residual de Telecinco (Socialité) María Patiño. Y es que la colaboradora nunca ha ocultado su simpatía por la derecha así como sí lo ha hecho con la identidad del padre de su hijo. Fran Rivera o Jesulín de Úbrique han sido solo algunos de sus víctimas en los últimos años en lo que a crítica rosa se refiere pero ahora, se enfrenta a algo peor: las consecuencias de no haber tenido mesura en expresar sus opiniones políticas.
María Patiño, una adicta a las redes sociales asidua a meter la pata
No cabe duda que María Patiño busca la polémica donde sea, ya sea pontificando sobre las personas que no le agradan en Socialité o fingiendo estar borracha en el programa La Última Cena. En cualquier caso, bien es sabido que no le gusta que le lleven la contraria en sus informaciones. Informaciones que le valieron una condena judicial a favor de María José Campanario o por las que ha tenido que pedir perdón muchísimas veces.
En las redes sociales también es asidua a equivocarse. Como cuando por ejemplo retwitteó las noticias de un diario deportivo desmintiendo unas informaciones sin ni siquiera pararse a leer la noticia. Por ejemplo: " "Ha muerto de cáncer". María Patiño y todo Sálvame en shock" haciendo referencia a la muerte de Lucía Bose o "¡Alerta, vuelve la listeria!. María Patiño ¡cuéntalo en Socialité!." haciendo referencia a un brote de esa enfermedad en un supermercado suyo de confianza, Aldi.
Todas estas meteduras de pata le han valido que sus propios seguidores sean sus mayores críticos afeándole asuntos como que no critiquen a los que ceban una cosa y luego no, como ella cuando anuncia que van a conectar con Rocío Carrasco, Fidel Albiac o el Papa y luego dice que se han quedado sin tiempo y tienen que dar paso a informativos Telecinco.
María Patiño como Manolete, si no sabes de que va "pa" que te metes
Y es que hay gente que tendría que tener prohibido hablar de temas de los que no tiene ni idea. En este caso, María Patiño puede ser una de las mejores periodistas del corazón (no lo es, hay mejores) pero cuando se trata de hablar de política se les deberían exigir unos conocimientos mínimos. Es el caso de cuando se ha querido meter en harinas con el tema de Pablo Hasel, un elemento de crispación política ajeno a su línea editorial más simplona de hablar de La Isla de las Tentaciones o la última hora de Isabel Pantoja.
Un breve tweet en el que Patiño, sin nombrar directamente a Pablo Hasél, hace referencia a las protestas que tuvieron lugar la noche del 16 de febrero en Barcelona y acusa a los manifestantes de ser personas radicales. Algo que le ha valido a la mujer de Ricardo Rodríguez para que un montón de usuarios de las redes sociales hayan acudido en tromba a decirle que qué hace opinando de cosas de las que no tiene ni idea aludiendo al restaurante de su pareja y a su propio hijo Julio (anónimo en cualquier caso). Una condena virtual en toda regla y que supone un azote a quien ya es considerada como una periodista más de la caverna por sus opiniones conservadoras muy cercanas a la derecha. Y es que una de las cosas que no se entiende es que la amiga de Belén Esteban defienda precisamente ideas de quienes quieren cerrar el programa Sálvame. Increíble.
Hasta las narices de este proceso de radicalización q se vive y de odio a nivel político
— Maria patiño (@maria_patino) February 17, 2021
Qué barbaridad!!! https://t.co/Lv9YEcGBYF
— Maria patiño (@maria_patino) February 17, 2021