La actriz Emilia Clarke es una más de las celebridades en apuntarse al club de ‘no-selfies’ que preside Emma Watson, una de las primeras estrellas de Harry Potter. Watson informó a sus seguidores en entrevistas que no merecía la pena que se molestaran en pedirle una foto porque ella se negaría amablemente. Esto debido a su propia seguridad, ya que esa foto lo más seguro es que termine en las redes sociales y cualquiera podría saber rápidamente dónde se estaría en ese momento.
Ahora la Khaleesi, la protagonista de Juego de Tronos, tomó esa misma postura luego de haber pasado por varias experiencias desagradables en las que los fans de la actriz no respetaron su espacio personal.
Emilia Clarke cuenta su experiencia
Clarke le dijo a Jessie Ware en un episodio del podcast de Table Manners el martes que comenzó a reevaluar la mejor manera de interactuar con sus fanáticos después de sufrir el ataque de ansiedad en un aeropuerto.
Emilia Clarke dijo al respecto:
"Recuerdo que una vez estaba recorriendo un aeropuerto y empecé a sufrir un ataque de pánico por puro cansancio. Estaba llorando a lágrima viva y de repente un tipo se me acercó diciendo que nos sacáramos una selfie. Y yo no paraba de decir que lo sentía, pero que no podía respirar. Fueron momentos como ese, en los que no sabía qué hacer".
Durante la entrevista, Clarke también recordó otra interacción durante la cual fue despertada en un avión por otro fan que quería una selfie. Ella dijo que entiende que se "inscribió" para interactuar regularmente con los fanáticos por ser una figura pública, pero parte de ella extraña su "anonimato".
"Cuando alguien me pide una selfie, quiero poder proporcionarles lo que buscan", dijo Clarke. "He estado tratando de encontrar cómo puedo hacerlo, sin sentir que mi alma está completamente vacía".
Emilia Clarke seguirá interactuando con sus seguidores
La intérprete de Game of Thrones siempre se ha mostrado dispuesta a firmar autógrafos a todos sus fans porque considera que esa interacción es más cercana y es una oportunidad de mantener una breve conversación que resultaría más satisfactoria que una simple foto.
Tras el final de Juego de Tronos, Clarke se apuntó en un nuevo proyecto y protagonizó la película navideña "Last Christmas", que actualmente se encuentra en los cines.