Los seguros en una persona, casa u objeto son imprescindibles en nuestra vida, debido a que dan una garantía para poder cubrir costes elevados en situaciones adversas. Sin embargo, la muerte de una persona puede ocurrir de mil maneras posibles, y es necesario siempre tener un seguro de decesos para lo que pueda pasar en estos casos. De este modo, es imprescindible contar con un seguro de decesos con el objetivo de que nos ayuden al pago de todo lo concerniente al sepelio como el entierro, el transporte del fallecido u otros factores. Por tanto, más de 20 millones de personas en nuestro país cuentan con un seguro de muertos con el objetivo de cubrir los gastos del fallecido.
¿Qué es un seguro de decesos y cómo se gestiona?
Los seguros de decesos son imprescindibles en nuestra vida, ya que nos ayudan a amortizar los gastos de un sepelio. Es una póliza cuyo objetivo es cubrir todos los costes económicos sobre el fallecido, tales como el entierro, el transporte, la incineración (si hubiera),… y hacer que la carga económica de los familiares se alivie un poco.
Este tipo de seguros siempre se paga en vida (una vez que la persona no haya fallecido) ante una cuota mensual poco elevada hasta el momento de su muerte. Por ello, si cuanto más joven es la persona asegurada, más barata es la cuota a pagar por parte de los familiares. De este modo, en el mercado suelen haber diferentes empresas aseguradoras con el objetivo de ofrecer la mejor cobertura de seguros de decesos para las familias. Por ello, compañías de seguros en España como los seguros de decesos Helvetia, ofrecen la máxima cobertura posible a la hora de cubrir los gastos de un fallecido, aliviando la carga económica de los familiares y allegados.
Cobertura amplia de los seguros de decesos
Siempre se sabe que un seguro de decesos cubre los máximos gastos posibles que pueda generar en el fallecido (dependiendo siempre de la compañía contratada). Por ello, el seguro de decesos se encarga de pagar algunos gastos como el coche fúnebre, el cementerio, el acondicionamiento del cadáver, el entierro (si lo hubiera, la incineración)…).
Este tipo de gastos que genere el fallecido siempre son pagados de manera directa por la aseguradora. Por tanto, en caso de que la familia no gaste todo el dinero que establezca la aseguradora, el excedente que sobre debe de ser entregado a los familiares. Una ayuda importante cuyo objetivo es dar un descanso en paz al fallecido en las mejores condiciones posibles.
También, dependiendo del contrato que tengamos con la compañía aseguradora, suelen tener más ventajas en nuestra póliza de seguro. Por ello, otros factores como el traslado del fallecido a la funeraria, los servicios jurídicos en caso de fallecimiento, los accidentes que pueden ocurrir en el traslado, o la atención médica psicológica tras la pérdida son otros factores a tener en cuenta a la hora de firmar una póliza de decesos.
Por tanto, las familias en nuestro país intentan siempre asegurar a cada miembro de la familia, tanto si es un seguro individual como todos sus miembros del hogar. De este modo, más de 20 millones de personas en España confían en las compañías de seguros para firmar un seguro de decesos con el objetivo de aliviar la carga económica de un sepelio, y dar un mejor descanso a nuestro familiar fallecido.