El frío se instala en nuestros hogares con la llegada del otoño y del invierno. Por ello, muchas familias piensan cada año en el mejor sistema de calefacción para que nuestra vivienda este en la temperatura idónea y no pasemos frío. Con los últimos años, los avances tecnológicos y el aumento de la factura de la luz influyen en buscar soluciones económicas. Las calderas de biomasa son una nueva alternativa de calefacción para nuestras viviendas. Más información de este tipo de calderas, en esta página.
Una solución económica y una alternativa para las familias
Las calderas de biomasa se han popularizado en los últimos años. Un sistema que es eficaz y muy respetuoso con el medio ambiente. La energía de la que procede la caldera de biomasa llega a través de fuentes naturales renovables o procesadas. Algunos elementos como pellets de madera, cáscaras de aceitunas o excedentes que proceden de residuos forestales son varios de los elementos que se utilizan para conseguir energía para este tipo de calefacción.
Una variedad en la que la inversión en primera instancia sea mayor en cuanto a otro tipo de calderas que utilizan otros elementos como el gas o el gasoil. Pero la ventaja es que es una energía duradera, ya que respeta el medio ambiente e incide de manera leve en el ecosistema de nuestro entorno. Por ello, muchas familias se han pasado a este tipo de energía debido a que la luz ha crecido en su factura con el paso de los años. Otra ventaja es la alta tecnología de los aparatos, que influye de manera notable en un correcto funcionamiento de la caldera de biomasa.
Variedad de calderas de biomasa atendiendo a distintos criterios técnicos
No todas las calderas de biomasa tienen el mismo funcionamiento y la misma dinámica. Existen varios tipos de elementos que diferencian a una caldera de biomasa que a otra. Una de ellas corresponde al tipo de combustible que usamos para calentar la caldera de biomasa. En ella distinguimos dos tipos de combustible: los que proceden de una materia natural de origen (como puede ser vía forestal o agrícola) o los productos que se preparan para su comercialización (a través de astillas, leñas, etcétera). El más natural suele el ser el que tenga menos procesos industriales previos a su elaboración ya que producen más energía.
El tamaño es otro de los factores que inciden a la hora de elegir una caldera de biomasa u otra. Por este motivo, hay una amplia gama de calderas en este aspecto: las estufas de pellet (que van de los 5 kilovatios a los 20 kilovatios), las calderas pequeñas (que van de 10 a 70 kilovatios), las calderas medianas (de 70 a 500 kilovatios) y las calderas grandes (que van más allá de los 500 kilovatios y que son redes de calor utilizadas en edificios de viviendas).
La elección de la potencia, las salas de calderas o el depósito de inercia en una caldera son algunas variantes más para elegir este sistema de energía en nuestra vivienda o bloque de edificios. También las chimeneas son una opción más para el usuario, aunque tiene que cumplir la normativa específica que otros tipos de calderas. Por tanto, las calderas de biomasa son una opción segura, económica, eficiente y 100% ecológica para disfrutar de una calefacción de calidad y que nuestros días se hagan menos pesados combatiendo el frío de estos meses.