Dos pésimos inicios del conjunto de Joan Plaza le privan de competir hasta el final ante un Real Madrid mermado en su juego interior.
El inicio de partido recordó en gran medida al que tuvo el equipo malagueño en tierras griegas, dando facilidades a los de Pablo Laso y permitiendo una rápida escapada en el marcador. Pero Unicaja este año tiene plantilla, tiene calidad y arrestos cuando las cosas se complican, los de Plaza se pusieron las pilas y lograron colocar un más igualado 26-20 al termino del primer cuarto.
Durante los segundos diez minutos el partido continuó en el alambre, con la ligera sensación de que el Real Madrid tenía más músculo para poner tierra de por medio. Unicaja logró mantenerse vivo al descanso al que llegó con un 45-40, hasta ahí llegó el equipo verde.
El tercer cuarto sería el de Rudy Fernández, que se encargó de escudar a Doncic y Carrol para reventar el partido, el parcial en este tercer round sería de 31-16 para los madrileños que llegarían al último cuarto con ventaja de veinte y la sensación y certeza de que el encuentro se había acabado.
Y bajó el pistón el equipo blanco consciente de que la semana que se avecina es de aupa, don doble partido europeo más el de la liga domestica. Unicaja y Plaza siguieron buscando rotar sin acabar cayendo de forma sonrojante. Apareció al igual que sucediese en Grecia un Ray McCallum que poco a poco empieza dejarse ver con más frecuencia (hoy acabó con 15 puntos), para al menos poner la vergüenza torera al partido y no acabar literalmente aplastados.
El encuentro acabó con un R.Madrid rozando los cien puntos ante un Unicaja que hasta hoy era el equipo que menos puntos recibía con una media de 71. Con el 99-85 tanto madrileños como malagueños hacen ya borrón y cuenta nueva para pensar en el doble choque continental.