Alfredo Quintana, portero de la Selección Portuguesa de Balonmano, ha fallecido este viernes a los 32 años de edad a consecuencia de la parada cardiorrespiratoria que sufrió el pasado lunes mientras se encontraba entrenando con su equipo, el FC Oporto. El guardameta, de origen cubano, fue una de las figuras de Portugal durante el reciente Mundial de Egipto, donde brilló con sus actuaciones ante Noruega o Francia.
Desde que cayera fulminado durante el entrenamiento de principios de semana, Quintana había permanecido ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario São João de la ciudad lusa. Su pronóstico era "muy reservado", según apunta el diario español El Mundo. Al final, los médicos no han podido hacer nada por salvar la vida del deportista, que medía más de dos metros, pesaba 102 kilos y estaba en pleno apogeo de su carrera.
"Ni siquiera tengo palabras que puedan explicar lo que siento. Sólo se me ocurre pensar que la grandeza, pero también la vulnerabilidad como humanos, no tiene límites. Compartimos muchos momentos juntos y me cuesta imaginar que ya no estará con nosotros para seguir dejando huella en este nuevo camino. Se le echará de menos como deportista, pero sobre todo como persona, por difundir siempre alegría, ilusión y vida", ha dicho el seleccionador nacional, Paulo Pereira, tras conocer el triste desenlace.
Además, su club ha compartido en las redes sociales un mensaje de pésame en el que asegura que el balonmanista será "siempre recordado" en el conjunto. Alfredo Quintana, nacido en La Habana, vivió en su país natal hasta 2009. Hace una década, llegó al Oporto y en 2014, tras nacionalizarse portugués, debutó con la Selección lusa, con la que acumulaba 72 partidos internacionales.
El gran nivel de Alfredo como guardameta de Portugal quedó patente en Egipto, donde el combinado del país vecino completó una impoluta primera fase antes de vencer a la Selección Noruega por 28-29. Sin embargo, las opciones de los chicos de Pereira de pasar a las semifinales se desvanecieron por culpa de la dura derrota que les infligió Francia durante la última jornada (23-32).
El décimo puesto logrado por el equipo del ahora difunto Quintana no reflejó en su totalidad el verdadero potencial de la plantilla lusa, llamada a entrar en la élite del balonmano más temprano que tarde. De hecho, a partir del próximo 12 de marzo, la Selección Portuguesa participará en Montpellier en el torneo preolímpico, donde se jugará un billete para los Juegos de Tokio con la propia Francia, Croacia y Túnez.
El trágico percance que ha acabado con Quintana guarda ciertos paralelismos con la forma en que murió Vladimir Rivero, otro portero cubano, en su caso perteneciente al Portland San Antonio. Rivero fue encontrado sin vida en el mes de noviembre del año 2004 en su casa de la localidad navarra de Barañaín, y la autopsia realizada a su cadáver determinó que el jugador de balonmano había fallecido a causa de un aneurisma en la aorta.