Un punto de 24 posibles, resumen más que suficiente para contar y explicar a todo aquél que no haya estado pendiente al caminar del Málaga desde agosto, el despropósito en el que se ha convertido el todavía equipo de Michel, 1 de 24 que bien podrán ser 1 de 27, el siguiente encuentro será en el Camp Nou y aunque el Málaga ya ha sido capaz de sumar otras veces en campo blaugrana, la dinámica y las sensaciones no pueden ser peores.
El equipo tuvo tiempo de sobra para preparar este encuentro, el Leganés bien es cierto no es ninguna perita en dulce, los pepineros están bien ensamblados y juegan de memoria, aprovechando los espacios y su velocidad en ataque, ahora demás con un cada vez más adaptado Nordin Amrabat, ex de Martiricos.
Los primeros compases del encuentro mostraron a un Málaga ansioso, dubitativo y con nervios, muchos nervios, mientras los visitantes aguardaban agazapados su oportunidad, tenían clara su estrategia. Aún así, el Málaga poco a poco se fue haciendo con el control del balón, claro que, controlar la pelota sin gente capacitada para moverla bien en la medular, se queda en un intento estéril de querer dominar un partido. Tuvo la mala suerte Michel y el equipo, de que el único jugador actual con capacidad de tempo de partido y calidad en sus botas (aunque excesivamente lento y pesado en movimientos), Kuzmanovic, se lesionó durante el calentamiento previo y tuvo que abandonar el 11 inicial en detrimento de Rolon.
La actual mentalidad de cristal del equipo hace que jugadores que no son malos, parezcan mediocres, puede tener menos equipo y calidad este Málaga con respecto al de la campaña pasada, pero el rendimiento mostrado sobre el césped es claramente inferior al de la calidad real de esta plantilla, están muy tocados.
A esto se agarraba el Leganés, sabían que con el paso de los minutos los nervios se instalarían en la grada y en el césped y entonces podrían aprovecharse. En la primera mitad Málaga y Leganés gozaron de una clara ocasión para abrir el marcador, pero Cuellar y Roberto se encargaron de evitar que Rolan o Amrabat se anotasen el tanto, 0-0 y todo por decidir en la segunda mitad.
Los madrileños salieron más convencidos que nunca que en los segundos 45 minutos se llevaban el partido, empezaron a apretar las lineas de pase malagueñas y a robar balones peligrosos que ponía una vez más a prueba la frágil zaga malaguista. Amrabat volvía loca a la defensa local mientras el centro del campo se desconectó por completo de la delantera, se mascaba la tragedia.
Gabriel en el minuto 56 puso el 0-1 tras rematar una falta lateral, el jugador eso si, empujó el balón a la red en fuera de juego, justo, pero claro, al Málaga le volvía a tocar remar contra corriente. Pero esta vez no hubo milagro como el día ante el Bilbao, con el 0-1 el equipo malagueño se desquició y Michel no logró cambiar la dinámica con los cambios, ni Ontiveros, ni Cecchini cambiarían un ápice el guión de esta película de terror. Para rematar la tarde, Recio perdió una vez más los papeles y acabó expulsado, lo que le hará perderse el encuentro del Camp Nou. Esta más cerca el segundo pepinero que el empate malaguista, tanto fue así, que en una contra sonrojante, Szymanowski ponía el definitivo 0-2 dejando al Málaga más colista aún si cabe y con la sensación de que dar la vuelta a la situación es sumamente complicado.
