Podría decirse que el FC Barcelona está dispuesto a tirar la casa por la ventana para reforzar al equipo con jugadores de renombre. Aunque, a juzgar por lo acontecido en las últimas (y no tan últimas) fechas, Can Barça no parece una casa como tal, pues mucho olor a podrido llega desde allí. La derrota en la Supercopa de España frente al Real Madrid ha agudizado las carencias del club tanto en el campo como en los despachos, sin una hoja de ruta firme como la que condujo a la época más laureada en la historia del club. Y es esa, la planta noble, la que se ha convertido en un hervidero y la parte a la que ya nadie duda en señalar después de la salida de Neymar al PSG, cláusula de por medio.
Allí les toca mover ficha y devolver la ilusión perdida, la cual no ha traído mucho consigo el ya presentado Paulinho. Así, dos futbolistas son los marcados en rojo en la agenda azulgrana para gastar los 222 millones (y más) dejados en las arcas por Ney, que servirían para remplazar al brasileño y aumentar el nivel competitivo de la plantilla a la vez que levantar los ánimos de su parroquia: Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé. El Barça pelea por estos dos cracks con Liverpool y Dortmund, respectivamente, en unas negociaciones que desde el minuto uno están siendo de ‘tira-tira’ más que de ‘tira y afloja’. El precio, la inminencia de sus llegadas, las confirmaciones y desmentidos no dejan de sucederse, y una mañana parece todo cerrado y por la tarde más lejos que nunca.
En el transcurso, ambos fichajes guardan similitudes, incluso por las desorbitadas cantidades filtradas fruto de la inflación que Al-Khelaïfi ha creado en el mercado. Todo indica que Bartomeu y su directiva están preparados para realizar un desembolso nunca antes visto en el fútbol español por un futbolista consagrado en la Premier League y por una de las mayores promesas del mundo, Ousmane Dembélé, quien llegaría al Camp Nou para ser el reemplazo de Neymar sobre el terreno de juego.
El elegido para ocupar el vacío de Neymar
Pese a ser varios los nombres relacionados a partir de la ruptura de la MSN, como Di María, Dybala, Griezmann o Lemar, o la llegada de Deulofeu, el Barça quiere al atacante del Borussia para formar un nuevo tridente voraz junto a Messi y Luis Suárez, y cuya adquisición le costaría a los catalanes algo así como un 900% más de lo que pagaron los alemanes por él al Rennes hace poco más de un año. Desde entonces, la progresión de Dembouz ha ido a más, pero la pregunta que muchos se hacen: ¿es Dembélé el jugador más indicado para sustituir a Neymar?
Si hablamos de presente, evidentemente el francés no es el brasileño, pero como tampoco son sus edades, pues uno cuenta con 25 años mientras que el otro apenas tiene 20. Eso no quiere decir que el del Dortmund no se halle preparado para dar el salto a un conjunto de tales dimensiones, después de ya haber levantado el interés de otros titanes como el propio PSG, Manchester City o Bayern Múnich. Su potencial es tal, que The Thelegraph lo incluyó hace poco como la tercer mayor promesa actual en su habitual lista, solo por detrás de su compatriota Kylian Mbappé y el brasileño Gabriel Jesus.
Se hace coherente dicha decisión observando la corta pero intensa carrera del joven futbolista, donde la precocidad y la rebeldía han estado ligadas desde sus primeros pasos en el Stade Rennais. La situación en la que el galo se encuentra actualmente en Dortmund no es nueva para él. Su deseo de arribar en la Ciudad Condal le ha llevado a tomar una actitud drástica después de una brillante campaña, llegando al punto de haber sido suspendido “hasta nueva orden” por el que todavía sigue siendo su club. El Barça quiere a Dembélé y Dembélé quiere jugar para el Barça, como ya dejó entrever hace algunas semanas, cuando respondió a las informaciones que vinculaban ambos nombres: “Lo he visto por la prensa y es un gran club, a todos los jugadores les gustaría jugar en un equipo como ese”. “Es un placer poder ver tu nombre dentro de la lista de jugadores que quiere el Barça, veremos tranquilamente lo que pasa”, declaró.
Su drasticidad no ha sido otra que llegar a negarse hablar con cualquier representante del Dortmund, pues él y su entorno defienden, como informó Kicker, que el club le prometió el verano pasado mostrarse abierto si en un momento dado un gran equipo llamaba a su puerta, como ha sido el caso. Así, la relación entre club y jugador se tensó, habiéndose especulado con que, a raíz de ello, los alemanes hayan adquirido una posición taxativa en las negociaciones. Como medida de presión, Dembélé dejó de acudir a los entrenamientos (también eliminó de sus perfiles en redes sociales que pertenecía al Borussia) y la entidad de la cuenca del Ruhr lo apartó, además de imponerle una multa de 80 euros, ya que el atacante no dio explicaciones.
Stellungnahme: @Dembouz bleibt suspendiert. https://t.co/C3G9jg8WKM pic.twitter.com/1YOyjSZ8mh
— Borussia Dortmund (@BVB) 13 de agosto de 2017
En 2015 ya protagonizó un desplante
Y como decimos, no supone una novedad para el futbolista nacido en Vernon enfrentarse a sus dirigentes, aunque eso no quiere decir que sea normal ver a un chico que con 20 años ya se ha mostrado en rebeldía con los dos clubes por los que ha pasado. Ya sea por una bravura incontenible o por falta de consejos apropiados que le doten de un currículum impecable, esta es la segunda batalla que libra con sus rectores. Hace dos veranos, en julio de 2015, el Stade Rennais le proponía su primer contrato profesional para evitar su marcha, pero se encontró con la negativa del talentoso extremo: “Le agradezco al Rennes haberlo hecho, pero esta proposición llega demasiado tarde. Quiero estar en un club que confíe en mí al cien por cien, y aquí no se da el caso. No cambiaré de opinión. Siempre he respetado sus decisiones, que ellos respeten las mías”.
Esas palabras para L’Equipe las acompañó con su ausencia a los entrenamientos del equipo bretón en la pretemporada, alegando una gastroenteritis que también le ‘impidió’ viajar con sus compañeros al stage en Alemania. La sublevación la pagó quedándose finalmente fuera de la posterior convocatoria de Francia sub 19 en la que en principio había sido incluido por el seleccionador Ludovic Batelli, quien terminó descartándole, pues para él era “inconcebible convocar a un jugador que no se presenta a un entrenamiento con su club”. La indisciplina del jugador se daba mientras el Red Bull Salzburg pujaba para hacerse con sus servicios, ofreciendo 2’2 millones de euros.
Rennes bloque Ousmane Dembélé https://t.co/Djt3XX4uGC pic.twitter.com/S0oThkTgmN
— L'ÉQUIPE (@lequipe) 1 de septiembre de 2015
La situación se desenquistó y Dembélé, logrando su objetivo o no, se tragó sus propias palabras para estampar su firma en su primer contrato profesional en octubre de ese mismo año, quedando vinculado al Stade Rennais para las siguientes tres temporadas. Dicho contrato nunca llegó a cumplirse del todo, pues tras finalizar la 15/16 el Borussia Dortmund pagó 15 millones (más bonus) para llevarse a la pepita francesa al Signal Iduna Park. ¿Y por qué?
Dos años brillando con luz propia
Desde que, ya como profesional, debutase con la camiseta del Rennes en noviembre de 2015 con 18 años, la carrera de Ousmane ha sido meteórica, quemando etapas a base de actuaciones estelares y mostrando un talento innato que desde muy pronto se ha visto recompensado. No tardó en ganarse la titularidad, partiendo ese mismo mes en el once de Philippe Montanier contra el Burdeos, marcando su primer tanto para ese día abrir el marcador. Como suele ocurrir, cuando se le da la camiseta de titular a un jugador así ya difícilmente se le puede volver a quitar.
En febrero de aquella temporada fue nominado a mejor jugador del mes de la Ligue 1, pero como no consiguió el premio, decidió hacer más méritos para ganarlo al mes siguiente, así que en el derbi contra el Nantes firmó un hat-trick en nada más y nada menos que 45 minutos. En el minuto 1 celebró el primero y justo antes del descanso el tercero, convirtiéndose, con 18 años y 9 meses, en el segundo jugador más joven en la historia de la competición gala en hacer un triplete, honor todavía en manos de Jeremy Ménez, quien lo logró en 2005 vistiendo la casaca del Burdeos, cuando contaba con 17 años y 8 meses.
Sí, Dembélé ese mes fue elegido mejor jugador del torneo por la UNFP, recompensa que escoltó al premio de mejor jugador joven una vez finalizado el curso en Francia. Sus excepcionales 12 goles y 5 asistencias en 26 partidos bien valieron para ello, terminando además como máximo goleador sub 20 de las 5 grandes ligas europeas. Y todo en su primera temporada en la élite.
Entonces el Dortmund pasó por caja y le puso por delante un contrato de cinco temporadas, que nuevamente Dembouz no está dispuesto a cumplir. Aunque entre un punto y otro de la historia vuelve a haber un año para enmarcar, siempre teniendo en cuenta la edad del jugador. Ya en pretemporada dejó muestras de su arsenal, descosiendo a la defensa del Manchester United antes de anotar un tanto que muchos recordarán.
Osumane Dembele lovely solo goal in Borussia Dortmund's 4-1 win over Manchester United
He's just 19. #WolexisVids pic.twitter.com/MzD2D5Csyo
— Wolexis.com (@wolexis) 22 de julio de 2016
Thomas Tuchel le dio confianza desde el principio para que mostrase su chispa en tierras germanas, y poco a poco Dembélé fue respondiendo y haciéndose un hueco mayor en el panorama internacional. La primera llamada de la selección francesa absoluta no tardó en llegarle, debutando contra Italia en Bari en septiembre de 2016 y siendo titular el siguiente noviembre contra Costa de Marfil, cuando tenía 19 años. Mejor jugador de la Bundesliga de diciembre por delante de Thiago y Lewandowski; componente del once ideal de la competición alemana 16/17; mejor promesa del campeonato según los lectores de Kicker; y hombre del partido de la final de la Copa de Alemania frente al Eintracht. Esas han sido sus principales hazañas con la camiseta black and yellow para llenar una hoja de servicios incuestionable.
Dembélé, polivalencia y regate
Ousmane Dembélé es un atacante versátil, polivalente, que puede moverse por derecha, por izquierda o por el centro, ambidextro (3 goles con la derecha y 2 con la izquierda en Bundesliga), al que le gusta encarar, buscar el balón y que hace de la velocidad y el regate su mejor arma. Además de no ser un futbolista que se arruga. Goles contra Bayer Leverkusen, Mónaco en Liga de Campeones o Bayer Múnich en las semifinales de la DFB Pokal (asistencia y gol en cinco minutos para remontar el choque) son prueba de ello.
Todo en conjunto ha hecho que desde el Camp Nou se hayan decidido a que sea él el remplazo de Neymar. Es decir, un jugador que el curso pasado finalizó con 10 goles y 20 asistencias (una cada 169 minutos) entre todas las competiciones, jugando un total de 49 encuentros. 24 de estos partidos los disputó por el centro, 15 por la izquierda y 10 por la derecha. Sería el extremo siniestro el que vendría a ocupar en el esquema de Ernesto Valverde, posición desde la que más generoso se ha mostrado, ya que desde allí llegaron 9 de sus asistencias, por las 7 que dio desde el centro y las 5 desde la derecha. Ya sea por un lado o por otro, Dembélé hace mejor a sus compañeros, y su bondad en la Bundesliga le situó como el jugador sub 23 que repartió más asistencias (12) en las 5 grandes ligas europeas.
Suso: Only Dembélé (12) & Lemar (10) registered more assists than Suso (9) of players aged 23 & under in Europe's top 5 leagues last term pic.twitter.com/aUU8P18T9b
— WhoScored.com (@WhoScored) 30 de junio de 2017
Con el ahora atacante del PSG, el francés comparte una característica por encima del resto: su predilección por desbordar. 334 fueron los regates que intentó el pasado curso, de los que salió con éxito en el 47% de todos ellos, números que solo superaron en las principales ligas europeas… Neymar y Messi.
De terminar fichando, no le será fácil ocupar el vacío que deja el brasileño de forma sencilla. Una plaza como la azulgrana son palabras mayores, y más aún ante la situación que atraviesa el club, a la vez que a Dembélé aún le quedan facetas que pulir y otras que descubrir a sus 20 primaveras. Pese a que sus prestaciones han sido mejores en Liga de Campeones, el pase y los tiros quedan por ahora en su debe, pues no siempre elige o finaliza bien. Su porcentaje de pases acertado en Bundesliga fue del 68’6%, bajando hasta el 62% en los últimos 30 metros; mientras que solo dispara 1’7 veces por encuentro, con un pobre 0’6 de disparos a puerta. Eso sin contar sus escasas contribuciones defensivas.
¿Llegará a Can Barça para complementar a Messi y Suárez?
Pero el tiempo es su aliado, como el dribbling y el pase de gol. Y en el Camp Nou promete colaboración con una huérfana MS a la que quitar defensores y nutrir con balones y espacios. Dembélé es capaz de tener conexión, crear feeling con los cracks como ya hizo con Aubameyang, a quien le sirvió 10 goles el pasado curso, por lo que se sumaría a un contexto en el que unos (Luis Suárez y Messi) no escatiman en mirar por los otros, lo que no quiere decir ni que cayese en Can Barça de pie ni casase con el argentino y el uruguayo a la primera.
La cuestión sobre quién es el más idóneo para completar al dúo sudamericano no es fácil de responder. Dembélé es un futuro que ya trae mucho aprendido desde casa, y que a sus 20 años a base de rebeldía ha vivido una ascensión tan veloz como él mismo es en el campo. Elementos muestra para poder ser el elegido. Técnica e inteligencia en el verde. Batallador en los despachos. Dembélé está donde quiere hasta que Dembélé (y su fútbol) quiere. En un momento en el que las cláusulas ya valen de poco, los futbolistas controlan más su futuro y todo parece próximo a saltar por los aires, el francés es una bomba. Tanto de un lado como de otro. Por la derecha o por la izquierda. Así es Dembouz.
