La figura de Johan Cruyff es eterna, tal y como dijo su hijo Jordi Cruyff tras el fallecimiento de su padre, el verdadero artífice de un concepto futbolístico diferente que revolucionó el mundo del fútbol. Un estilo que cambió de manera radical la visión del deporte rey y que generó un cambio metodológico en equipos como el Ajax, la Selección Holandesa y el Barcelona, respectivamente.
El Barcelona actual no sería lo que es sin la llegada de Cruyff y el legado de Cruyff, quizá no sería de tal dimensión sin el Barcelona, equipo que hoy adopta las bases de ese Cruyffismo Ilustrado como si de una religión se tratase. Johan llegó al Barcelona en 1973 tras un divorcio con el Ajax y tras haber ganado nada más y nada menos que tres Copas de Europa con el equipo holandés.
Su primer año en Barcelona se resume con un 0-5 al Madrid en el Bernabéu y la consecución de una Liga que no se celebraba en la Ciudad Condal desde hacía 14 años. Los últimos coletazos del dictador en España se vieron eclipsados por el flaco holandés, capaz de acaparar la atención de todos en tan solo nueve meses en España.
El contexto social y político que vivía España entonces no fue una barrera para que Johan hiciera lo que le diese la gana. Se saltó las bases del franquismo poniéndole a su hijo Jordi (los nombres en catalán estaban prohibidos) y dejó tirado al Real Madrid en las negociaciones, fichando por el club al que deseaba ir: el Barcelona de Rinus Michels.
Ganó tres Balones de Oro consecutivos (2 con el Barcelona y 1 con el Ajax) y se quedó a las puertas del Olimpo en el Mundial del 74. La Naranja Mecánica, entrenada también por el nombrado Rinus Michels, se deshizo de Argentina, de la extinguida Alemana Democrática y de Brasil, antes de la finalísima ante Alemania Federal. El partido entre holandeses y alemanes sirve de ejemplo para cualquier amante del fútbol total, impuesto por Rinus Michels y llevado a la práctica a la perfección por Cruyff, Neeskens y compañía, capaces de ser recordados eternamente pese a no conseguir el ansiado trofeo.
El Cruyffismo Ilustrado continuó entre 1988 y 1996 en Barcelona, convirtiendo al equipo catalán en una máquina casi perfecta que maravilló al mundo entero y revolucionó la manera de jugar al fútbol. Jugadores de la talla de Guardiola, Koeman, Laudrup, Stoichkov o Romario, entre otros muchos, estuvieron a las órdenes de Cruyff, conformando el Dream Team que marcó un antes y un después en la historia del club.
Van Gaal, Rijkaard o Guardiola continuaron la estela de Cruyff en el Barcelona, manteniendo un estilo que sigue vigente hoy en día en el Camp Nou, pese a que Luis Enrique haya cambiado algunos automatismos que hayan hecho del Barcelona actual en un equipo menos controlador y más vertical.
El prólogo del fútbol total de Rinus Michel fue desarrollado a la perfección por Cruyff, mejorándolo y haciendo suyo ese estilo que ha marcado un antes y un después en el mundo del fútbol. El primer capítulo se fraguó en 1974 y siguió vigente hasta la década de los 90 del pasado siglo, realizando una obra perfecta en Barcelona. Obra que ha continuado en las generaciones posteriores y que aún perdura.