Al Sevilla le pasa algo y empieza a preocupar mucho. Parece como si este equipo, que lleva prácticamente, desde que empezó la Liga instalado en la tercera plaza de la clasificación se hubiese olvidado de jugar al fútbol. El bajón físico y, sobre todo, mental está poniendo en riesgo todo lo bueno realizado hasta ahora. Hoy era un día para reaccionar y demostrar que la eliminación en la Champions fue un trágico accidente, que este equipo es capaz de levantar y seguir adelante y que va a proteger la tercera posición, para poder jugar otra vez la máxima competición europea la próxima temporada. Pero otra la imagen del conjunto hispalense fue la que viene mostrando desde hace un mes. Un equipo, atascado, sin ideas, sin saber qué hacer con el balón, sin gol, muy inseguro y débil en defensa. Hoy, el Atlético de Madrid apenas encontró obstáculos para perforar la portería de Sergio Rico hasta en tres veces y ahora la distancia del cuadro colchonero con el Sevilla se recorta a sólo dos puntos.
Los primeros minutos estuvieron marcados por la igualdad. Pero pronto el Atlético de Madrid comenzaría a demostrar que está más fuerte que el Sevilla en este tramo del campeonato. El cuadro colchonero se hizo dueño absoluto del partido, controlando la pelota y asfixiando a los andaluces en su propio campo. En el minuto 12 llegó el primer aviso rojiblanco, con una espectacular vaselina de Gameiro que se estrelló en el larguero. Al Sevilla le costaba un mundo sacar el balón de su área. El equipo estaba atascado y desorganizado en el centro del campo, gracias al buen planteamiento del Atlético. Eso hacía que el conjunto de Sampaoli encontrara algo de oxígeno a través de los balones largos de Lenglet, que intentó sorprender a la zaga madrileña, buscando a Ben Yedder arriba o abriendo el campo por las bandas, conectando con Mariano y Escudero.
El Atlético de Madrid, muy superior
Pero no había manera y el cuadro rojiblanco, cada vez más cómodo en el césped del Calderón, comenzó a morder a la defensa sevillista. El Sevilla encontró algunos huecos por el centro y consiguió tejer algunas jugadas hasta llegar al área local, aunque sin inquietar a Oblak. En ese momento, el Atlético de Madrid realizó un rápido contragolpe que acabó con una falta inexistente en el borde del área andaluza. Griezman se encargó de ejecutarla y Godín aprovechó la inexplicable debilidad de la defensa sevillista para rematar de cabeza y establecer el 1-0.
Tras el descanso, Sampaoli movió el banquillo, algo que viene haciendo en los últimos partidos. Jovetic entró por Lenglet y el Sevilla jugaba ahora con defensa de cuatro hombres y con dos puntas, Ben Yedder y el montenegrino. La idea era clara, más potencial ofensivo para buscar el empate. Y el equipo mejoró con el nuevo dibujo táctico. Ahora mostraba mayor fluidez en el juego y llegaba con algo más de facilidad al área colchonera, gracias a los movimientos de Jovetic y Ben Yedder que provocaban algunos espacios en la sólida retaguardia rojiblanca. Sin embargo, la mejoría sevillista no impidió que el Atlético de Madrid aumentara su ventaja en el marcador. Griezman lanzó un misil desde 25 metros que entró en la portería de Sergio Rico después de golpear el larguero. Un golazo que hacía casi imposible cualquier opción del Sevilla en el Vicente Calderón y prolongaba la agonía sevillista.
El segundo tanto rojiblanco sentó como un auténtico mazazo al Sevilla, que se veía superado en todos los aspectos. Aun así, siguió intentándolo, especialmente a través de Correa, que había ingresado en el campo por Sarabia, y Jovetic. También Iborra sustituyó a Ben Yedder, cuya aportación en el choque fue muy escasa. Pero el cuadro de Sampaoli era un querer y no poder ante la infranqueable defensa atlética. Resultaba imposible penetrar en el área rojiblanca y a ello contribuía también la imprecisión sevillista en los pases en la zona de tres cuartos de cancha.
Sentencia Koke
En su intento de buscar el gol que maquillara el resultado, el Sevilla dejaba espacios atrás que no dudó en aprovechar el Atlético de Madrid haciendo lo que mejor sabe, el contaataque. Y así se produjo el 3-0, con una internada de Juanfran en el área sevillista, cuyo disparo despejó mal Sergio Rico y Koke recogió el rechace para marcar a placer. Los últimos minutos del partido fueron una auténtica pesadilla para el conjunto hispalense que veía cómo estaba siendo sometido ante los colchoneros. En medio de la algarabía atlética, Correa sorprendió a la zaga rojiblanca y batió a Oblak. El argentino fue los único destacable en una tarde nefasta del Sevilla.
En menos de un mes, el Sevilla ha visto cómo ha sido eliminado en la Champions League y se ha recortado la amplia ventaja que mantenía con el Atlético de Madrid en la lucha por la tercera plaza que clasifica directamente a la máximo competición europea, así como se esfumaba cualquier opción por pelear la Liga. Un mes para olvidar en la disciplina de Nervión, que necesita reaccionar urgentemente y salir de la dinámica negativa en la que se ha instalado si no quiere tirar por la borda todo el buen trabajo realizado hasta ahora. En este sentido, el parón por los compromisos internacionales servirá como medicina para curar a un enfermo que se encuentra en estado crítico.