El Oporto venció por 6-0 al Vila Real, equipo de la tercera división portuguesa, en los 1/32 de la Taça de Portugal, la versión portuguesa de Copa. El encuentro tuvo un protagonista claro, el delantero español Adrián López. El asturiano sorprendió a propios y a extraños marcando un póker de goles el día que regresaba a la titularidad aprovechando la ausencia de buena parte de los futbolistas habituales.
Corría el minuto 7 de encuentro cuando abrió su cuenta personal. Con un pase de otro ex del Atlético como Óliver Torres, recibió en la frontal y disparó ajustado al palo largo. Los atléticos recordarán una mano de Willy Caballero a Adrián en un Atlético de Madrid–Málaga el día que el club rojiblanco pudo ganar la Liga en el Calderón, en la que fue una jugada tremendamente similar a este primer gol. Eso sí, aquel tiro no acabó besando la red.
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En el segundo tanto aprovechó para volear tras una serie de rechaces defectuosos de la defensa en el área. Sin embargo, su verdadera obra de arte fue el tercer gol en su cuenta particular, que consiguió de falta directa. Su golpeo superó la barrera y el balón bajó suavemente hasta acabar entrando por la escuadra. El portero solo pudo hacer la estatua. Por último, aprovechó un nuevo despiste defensivo para fusilar a puerta vacía y completar su fantástico póker.
Adrián es un futbolista que lleva tiempo sin mostrar su mejor versión, que pudimos ver en la temporada 11/12, cuando fue uno de los grandes estandartes del Atlético que ganó su segunda Europa League. Desde entonces, fue disuadiéndose y perdiendo importancia en los esquemas de Diego Pablo Simeone. Sin embargo, eso no fue impedimento para seguir marcando goles de importancia, como el que consiguió en las semifinales de la Champions League 14/15 en Stamford Bridge ante el Chelsea.
Los compañeros felicitan a Adrián por su gol ante el Chelsea en Stamford Bridge / Foto: Atlético de Madrid
En la temporada 14/15 hizo las maletas rumbo a Do Dragão, enrolándose en las filas del Oporto. Nunca terminó de adaptarse, de hecho, hasta este partido solo había conseguido un gol con la camiseta blanquiazul. Tampoco tuvo mucho éxito en sus dos cesiones en España, donde pasó por Villarreal y Deportivo, consiguiendo siete y nueve tantos respectivamente. Ninguno de los dos clubes optó por comprarle al término de cesión y siempre dio con sus huesos de vuelta a Portugal. Ahora, a sus 30 años, parece que tendrá la oportunidad de cambiar el escenario y volver a ser aquel Adrián que enamoró a los seguidores del Atlético y el Deportivo.