El Rayo Vallecano vuelve a estar ilusionado. El prestigioso medio deportivo francés L'Équipe aseguraba que dos representantes del internacional francés Ben Arfa llegaron ayer por la mañana a la ciudad deportiva del Rayo Vallecano. Querían conocer el interés del equipo franjirrojo por el mediocampista galo para una eventual firma de un contrato, ya que Ben Arfa se encuentra sin equipo después de su paso por el PSG sin pena ni gloria.
El dinero no sería un problema para Ben Arfa
L'Equipe también informa de que a Ben Arfa no le importaría rebajarse el sueldo para jugar en el Rayo Vallecano. El futbolista de 31 años cree que jugar en la Avenida de la Albufera es una buena opción para relanzar su carrera, como hizo en su día con el Niza.
En invierno, rechazó una oferta del Stade de Rennais que le ofrecía 200 euros mensuales. También negó la posibilidad de irse a China, donde ganaría mucho dinero. Su princial idea es tener minutos en un club europeo con un proyecto deportivo ambicioso en el que ser pieza clave.
Kakuta y Trejo, claves en su adaptación
Ben Arfa no tendría problemas de adaptación a un nuevo club. El Rayo Vallecano tiene en sus filas a Gaël Kakuta, jugador francés que jugó en el Amiens, que de seguro puede ser fundamental en las negociaciones, ya que puede recomendar al jugador indeciso su llegada al barrio madrileño. Otro plus puede ser Óscar Trejo, que jugó en el Tolouse, sabe lo que es estar en Francia y puede dar ese empujoncito necesario para que Ben Arfa se encuentre como en casa.
Girondins y otro club español, escollos a superar en el fichaje de Ben Arfa
La llegada de Ben Arfa al Rayo también depende de las reuniones que se tendrán con el Girondins. Los representantes también han estado el mismo día en Burdeos para conocer el interés girondino, como asegura L'Équipe.
También afirma que hay otro club español que sigue de cerca a Ben Arfa para hacerse con sus servicios, aunque no se ha filtrado el nombre del equipo. Lo único que se sabe que el mediocampista francés se encuentra en Túnez entrenando por su cuenta, a la espera de que se resuelva su futuro, mientras que los aficionados rayistas sueñan con su llegada.