Garra uruguaya. Parece un tópico poco realista, pero es más efectivo de lo que muchos creen. Uruguay supo aprovechar las pocas ocasiones de las que dispuso para marcar dos tantos que, unidos a la seguridad defensiva de la muralla conformada por el Maestro Tabárez, sirven para doblegar a Portugal y avanzar a cuartos de final del torneo. Cristiano queda eliminado pocas horas después de que Messi también cayera.
Cavani llegaba al duelo con muchas ganas, y se hizo grande a los pocos minutos del comienzo. Llevaba unas cuantas semanas sin mucha puntería, de hecho, solo pudo marcar el último día ante Rusia. Pero los grandes son capaces de hacer frente a las críticas en los peores momentos. Así lo hicieron antes Giménez (contra Egipto) y Suárez (contra Arabia Saudí y Rusia)
Fue precisamente el nueve del Barcelona el que inició la jugada del primer gol. Recibió escorado en el pico del área, dribló, y colgó un balón envenado a la espalda de la zaga. Cavani se lanzó a por la pelota, contactando como buenamente pudo. Entre la cara y el hombro, ese balón salió disparado hacia la escuadra de Rui Patricio. Poco pudo hacer el portero portugués.
Una vez con ventaja en el marcador, Uruguay ideó un plan para secar a los atacantes portugueses. Tejieron una red defensiva comandada por el capitán Diego Godín, que, con el paso de los minutos, se convirtió en inexpugnable. Con la ayuda, eso sí, de su compañero de faena, Giménez, y del buen partido que venía realizando Martín Cacéres, Portugal no tuvo prácticamente opciones hasta el pitido final del primer tiempo.
Pero tras la reanudación, el partido cambió. Portugal apretó, y Uruguay, pese a llevar más de 280 minutos imbatido, acabó sucumbiendo ante la presión. Sucedió en una falta lateral. Bernardo Silva colgó, y en el punto de penalti apareció la cabeza de Pepe para asestar un tremendo cabezazo rumbo a puerta. Muslera avanzaba hacia el palo contrario, por lo que no pudo llegar al balón. La selección de Cristiano Ronaldo había logrado marcar al mejor equipo defensivo de lo que llevamos de torneo.
Poco tardo, eso sí, un Cavani tocado por la varita en devolver la ventaja en el marcador a su país. Recibió de Bentancur en la frontal, y, antes incluso de golpear, la afición ya sabía que ese balón besaría las mallas. Colocó el cuerpo, disparó con efecto, y trazó un recorrido justo para que Rui Patricio diese por hecho que ese balón era inalcanzable.
Portugal volvía a estar por debajo, peor esta vez no conseguirían levantarse. Ni siquiera la lesión de Cavani sirvió para motivar a la Seleçao para marcar de nuevo, pese a los múltiples intentos antes del final del encuentro. Uruguay ya está en cuartos, Francia sabe que tendrá que estar bien preparada para combatir la magistral tela de araña tejida por el Maestro Tabárez.