Con la clasificación a octavos bajo el brazo, Uruguay y Rusia se batían en duelo por la consecución de la primera plaza del grupo A. Y fue la Celeste la que se llevó el gato al agua. Con una propuesta de juego atractiva, eliminó cualquier ilusión rusa con los tempraneros tantos de Suárez y Cherysev en propia puerta. El gol de Cavani no hizo más que maquillar un resultado ya de por sí abultado. Uruguay mantiene la portería a cero y será un rival duro para los octavos de final.
El partido comenzó con un tanteo constante entre ambos equipos. Ninguno se atrevía a dar un paso adelante y tratar de cruzar las líneas defensivas del rival. Bentancur fue el primero en probar a Akinfeev, aunque su disparo lejano se marchó ligeramente desviado. El Maestro Tabárez optó por colocar al joven mediocentro de la Juventus por delante de Torreira, Vecino y Nandez, y hasta el momento estaba respondiendo con creces.
El primer error de bulto lo cometió Rusia. Suárez recuperó en el centro del campo e inició la cabalgada hacia el área rival. Trató de buscar a Cavani, pero el rechace lo recogió Bentancur en la frontal. Un zaguero ruso le derribó para evitar males mayores. La posición del libre directo, en plena semicircunferencia del área, era idónea tanto para Cavani como para Luis Suárez. El delantero del Barcelona fue el primero en agarrar el esférico.
Consciente del peligro que suponía la falta, Akinfeev solicitó una barrera extensa. Poco le importó a Suárez. Colocó la bola a su gusto, cogió carrera, y golpeó imprimiéndole mucha fuerza con el interior de su pie derecho. El balón salió duro y raso hacia el poste izquierdo del portero ruso, el mismo que él estaba cubriendo. Aun así, poco pudo hacer para detener ese fantástico disparo. Uruguay ya se había adelantado en el marcador antes incluso del ecuador del primer tiempo.
Pintaba bien el partido para la Celeste, pero los jugadores de Stanislav Cherchesov no se iban a dar por vencidos así como así. Tal y como vienen practicando en los últimos encuentros, Rusia buscó balones largos para que Dzyuba descargase de cara. En el primer intento, el ariete del Arsenal Tula la bajó para Cherysev, aunque su golpeo salió muy centrado. Muslera lo rechazó y la zaga charrúa estuvo atenta para sacar el balón de la zona de peligro. Dzyuba volvería a probarles con un cabezazo picado tras un córner, pero este se fue por encima del larguero.
A partir de ese momento, se perdió toda señal de vida ofensiva de la selección anfitriona. Uruguay se haría con el dominio del encuentro por completo. No tardó mucho en doblegar a su rival. Corría el minuto 23 cuando Torreira colgó un saque de esquina que repelió Dzyuba de cabeza. Laxalt la cazaría de volea en la frontal, y la pelota golpeó en la espalda de Cheryshev, con la mala fortuna de que desvió completamente su trayectoria. Akinfeev, que se había vencido hacia su izquierda, solo pudo mirar como el esférico cruzaba la línea de gol.
Si Rusia llevaba un tiempo desaparecida, su situación empeoró notablemente en el 36’. Smolnikov, que ocho minutos antes había recibido la amarilla por una falta a Cavani, entró con dureza a Laxalt. El colegiado senegalés Malang Diedhiou no dudó ni un instante. La infracción era merecedora de una segunda tarjeta amarilla. Smolnikov dejó a su equipo con uno menos para los 55 minutos restantes. Cherchesov tuvo que dar entrada a Mário Fernandes para equilibrar las piezas en defensa.
Tampoco varió en exceso la dinámica del encuentro tras el paso por los vestuarios. La Celeste llevaba la manija del duelo a sus anchas, y Rusia defendía las esporádicas llegadas charrúas sin mucha dificultad. El técnico ruso incluyó a Smolov en el partido para tratar de marcar un tanto que permitiese reactivar a su equipo. Tabárez, por su parte, dio entrada a Giorgian De Arrascaeta para intentar aprovechar las pocas contras de las que dispondría su equipo.
A medida que avanzaban los minutos, el cansancio se hizo notar. Uruguay seguía temporizando el juego, pero Rusia intentó encerrarles en su área. Dzyuba sería la figura visible de su equipo. Estaba presente en todas las acciones ofensivas de la anfitriona, aunque eso no significaba que estuviese demasiado acertado. Tuvo un par de oportunidades que no fue capaz de aprovechar. Viendo el atrevimiento de su rival, Tabárez se decidió a incorporar al ‘Cebolla’ Rodríguez con el objetivo de introducir una mayor capacidad de trabajo en su equipo.
Ya en los últimos compases del juego, Uruguay se mostró más en ataque. Akinfeev fue capaz de salvar a su equipo en múltiples ocasiones. Un par de tiros lejanos del ‘Cebolla’, un mano a mano desperdiciado por Suárez, un gol olímpico que a punto estuvo de salirle a De Arrascaeta, y dos jugadas en las que no logró acertar un frustrado e insistente Cavani, que también quería marcar su gol.
Cavani, eso sí, es un guerrero. Y no quería plantarse en octavos con su contador a cero. Por supuesto, lo conseguiría, en el 90’. Un saque de esquina rematado imperialmente por Godín fue tapado por enésima vez por Akinfeev. Y nadie podía estar más atento para cazar el rechace que el propio Cavani. Remachó con la izquierda ante la atenta mirada del portero del CSKA de Moscú para anotar su primer tanto en el Mundial. Uruguay ya espera rival.
Ficha Técnica
Uruguay: Muslera; Cáceres, Coates, Godín, Laxalt; Vecino, Torreira, Nandez (Rodríguez, 73’), Bentancur (De Arrascaeta, 63’); Suárez, Cavani (Gómez, 93’)
Rusia: Akinfeev; Kudryashov, Kutepov, Ignashevich, Smolnikov; Gazinskiy (Kuzyaev,45’), Zobnin, Samedov, Miranchuk (Smolov, 60’), Cheryshev (Fernandes, 38’); Dzyuba
Goles: Suárez (10’), Cheryshev (23’, p.p.), Cavani (90’)
Árbitro: Malang Diedhiou. Colegiado senegalés. Amonestó a Bentancur (Uruguay) y Gazinskiy (Rusia). Expulsó por doble amarilla a Smolnikov (Rusia)
Estadio: Samara Arena. Jornada 3 Grupo A Mundial Rusia 2018
