Luis Suárez es uno de los mejores delanteros del mundo. Por todos los clubes por los que ha pasado ha dejado una larga estela de goles memorables, además del estatus de leyenda. Sin embargo, ha tenido muy mala fortuna en las dos Copas del Mundo que ha disputado. Su recuerdo, desde luego, será algo que el uruguayo querrá olvidar y, para ello, Rusia deberá ser el torneo en el que Suárez deje su sello para la historia de los Mundiales.
Todo comenzó en Sudáfrica 2010. Un Suárez todavía por darse a conocer al mundo completaba una increíble campaña en la Eredivisie con el Ajax de Amsterdam. Sus espeluznantes números, 49 goles y 24 asistencias en tan solo 48 encuentros, bien valían por un billete para la cita mundialista. Jugaría al lado de futbolistas de la talla de Edinson Cavani, Diego Forlán y el ‘Loco’ Abreu, quien se decía era el ídolo del actual delantero del Barcelona.
La fase de grupos empezó realmente bien para él, titular indiscutible en todos los duelos; ante Francia, Sudáfrica y México. En este último, además, marcó el solitario gol que certificó el pase a octavos para Uruguay como primera de grupo. La situación mejoró incluso en los octavos de final ante Corea del Sur. Anotó dos tantos que superaron el gol de los asiáticos. Todo parecía idílico.
Sin embargo, llegaron los cuartos de final, y la Celeste se vería las caras con la sorprendente selección de Ghana. Nadie podría predecir en aquel momento que nos encontrábamos ante uno de los encuentros más locos de la historia reciente del Mundial. Tras el 1-1 con dos golazos de Sulley Muntari y Diego Forlán, el partido llegó a la prórroga.
En el 120’, Ghana dispuso de una falta en el borde del área. Paintsil sería el encargado de colgar el balón. Tras una larga serie de rechaces en el área, Adiyiah batió a Muslera con un cabezazo, pero Suárez metió la mano para evitar el gol. En consecuencia, penalti y expulsión. Las lágrimas de Luis se transformaron en gritos de alegría al ver como Gyan erraba desde el punto fatídico. Uruguay mantenía el empate y vencía desde la lotería de los penaltis. Eso sí, Suárez se perdía las semifinales ante Holanda.
Cuatro años más tarde, se repitió una desgraciada historia para el delantero natural de Salto. Comenzó bien, marcando dos goles para ganar el importante partido ante Inglaterra. No obstante, ante Italia, en el tercer encuentro del grupo, Suárez tuvo un ‘cruce de cables’ y mordió a Chiellini. El colegiado no lo vio en el acto, pero la FIFA le sancionó con nueve partidos de sanción con su selección y cuatro meses sin jugar al fútbol. Un golpe duro, teniendo en cuenta que estaba en vísperas de llegar al Barcelona.
Por fin, este año Luis Suárez tendrá la oportunidad de resarcirse en una Copa del Mundo. Si el charrúa está centrado, puede llegar a ser uno de los máximos anotadores del torneo, más aún teniendo en cuenta los débiles rivales a los que se enfrentará Uruguay en la fase de grupos; Egipto, Rusia y Arabia Saudí.