Iniciaron oficialmente los juegos olímpicos de Tokio 2020, retrasados un año por la crisis del coronavirus en el mundo. De todos modos, se dio el banderazo de salida con el dejo de falta por una pandemia que aún no se supera, pero sobre todo por los incidentes que en el camino quedan hasta llegar a la cita olímpica, problemas que aún en la gran inauguración fueron protagonistas y dejaron momentos emotivos en la ceremonia inicial como el homenaje a las victimas mortales por la pandemia que más de uno dejó sin aliento.
Cinco años atrás, en que la estafeta de los juegos olímpicos se entregaba y el encargado de recibir los juegos por parte de los japoneses aparecía en aquel estadio brasileño, el panorama era otro. Aquel hombre disfrazado de Mario Bros., en clara alusión al país de los videojuegos, nos hacía fantasear con unas olimpiadas llenas de magia con los personajes que a más de unos hicieron soñar en televisión. Lamentablemente, con todo lo sucedido, sólo queda la incertidumbre del hubiera intercambiado por una gala llena de nostalgia y duelo.
La ceremonia estuvo marcada por la distancia social que, a casi dos años, es el común denominador en el planeta. Los bailarines, casi a solas eran el mensaje de ello y de paso una muestra del duelo con sus danzas con dejos de melancolía y solemnidad. Sin embargo, el momento de entumecer las gargantas del mundo llegó cuando luego de sonar el himno de Japón, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Boch, pidió un minuto de silencio para las victimas del covid 19.
"Hoy es un momento de esperanza. Sí, es muy diferente de lo que todos nosotros imaginábamos. Pero por fin estamos aquí todos juntos. Han luchado y perseverado, nunca se rindieron. Hoy están haciendo realidad sus sueños olímpicos", dijo Thomas Bach en el discurso de apertura.
El presidente del COI se limitó a decir que es un momento de esperanza en medio de unos juegos sin precedentes en que tuvieron que esperar por un año, con un estadio vacío en la fiesta de gala y con muchas dudas de cara a la fiesta del deportivismo internacional.
Y es que no solo es la distancia social en la inauguración y el eco en que rebota el silencio en Tokio, además, algunas delegaciones ya se han bajado de la justa por el miedo a los contagios y por cuidar a sus deportistas. Tan sólo en esta primera semana de actividades, ya cerca de 100 deportistas han dado positivo al virus de SARs Cov 19.
Además de ello, un mensaje claro de los muchos retos y la oposición a estos juegos, es la ausencia de marcas en la fiesta de apertura, y es que en Tokio sólo un tercio de la población está vacunada y se teme que este evento se convierta en un foco de infección que eleve el riesgo gravemente en tierras niponas. Además, claro de la ausencia de los regentes del mundo, precisamente en el ánimo de la sana distancia por los tiempos.
Al final, los juegos de Tokio 2020 inician con el ánimo de aquel cartel que apraeción en plena ceremonia y que versaba: “I belive in the power of the sport”, pues si bien es cierto que no es fácil dejar atrás la sensación de duelo por esta nueva realidad en la que el mundo ha tenido que aprendido a vivir, es cierto que el deporte, las olimpiadas, fueron creadas precisamente con ese espíritu, el de la paz y la esperanza en el mundo, o por lo menos ese es el ímpetu en redes que vitorean tener esta fiesta y poder vivir para verla.