La capital de Malta, Valletta, vivió uno de los días más esperados del año ya que se celebraron numerosos actos para conmemorar la llegada de San Pablo a las islas ya que naufragó allá por el año 60 d.C. Cientos de malteses acompañaron en procesión la imagen religiosa y también a una de las reliquias más veneradas por los católicos: los huesos de la muñeca del Apóstol. Fervor, devoción y sentimiento estuvieron presentes en las calles desde el momento que salió de la Iglesia Colegiata del Naufragio de San Pablo sobre las seis menos veinte de la tarde. Éste es uno de los instantes de mayor emoción porque es donde más gente se agolpó y tuvieron un papel destacado los miembros de la Ghaqda tal-Pawlini, que es una organización de voluntarios que es la responsable de las celebraciones anuales que se llevan a cabo en conmemoración del Naufragio de San Pablo.
El olor a incienso, los vítores y aplausos, los fuegos artificiales o el tañido de las campanas provocaron momentos inolvidables en un desfile procesional donde la reliquia, que se muestra en el interior de un relicario de oro, plata y brillantes, es la gran protagonista. La ciudad fue engalanada especialmente para la ocasión y una de las cosas que destacaron los turistas es el abundante confeti que se arroja desde los balcones de las viviendas al paso de la imagen de San Pablo, que era portada por ocho hombres. Numerosos estandartes, banderas, el canto de la multitud, el sonido de las marchas interpretadas por la banda de música, llama la atención a todos aquellos que ven por primera vez este desfile procesional.
La llegada del Apóstol a Malta
Uno de los momentos culminantes es cuando el desfile procesional llega a la Concatedral de San Juan que es el lugar donde se lleva a cabo una ceremonia conmemorativa con oraciones. En ese momento se recordó la historia del Apóstol en tierras maltesas ya que cuando a iba a ser llevado a Roma para juzgarlo por rebelde político, el barco en el que viajaba junto con otras casi 300 personas fue sorprendido por un violento temporal que hizo que naufragara en Malta. El lugar del citado naufragio se conoce tradicionalmente como Isla de San Pablo y está marcado con una estatua que conmemora el acontecimiento.
La bienvenida que se dio a los supervivientes se describe en la Biblia, en los Hechos de los Apóstoles, y se relata que fue excepcional pero hay algo que marcará un antes y un después en su vida. Al encender el fuego, San Pablo fue mordido por una serpiente venenosa pero no sufrió efectos adversos y los isleños interpretaron esto como una señal de que era un hombre especial.
[Sumario]
La importancia de esta historia es que este hecho fue decisivo para la introducción del cristianismo en Malta e hizo que apareciese una de las primeras comunidades cristianas del Mar Mediterráneo. Una vez que los presentes escuchan la historia se reanuda el recorrido hasta llegar al punto de encuentro en la Iglesia Colegiata del Naufragio de San Pablo donde se canta el Himno a San Pablo que fue compuesto en 1840 por el compositor musical Paolo Nani.
La reliquia estuvo en España en 1963
De esta forma, vuelve a primeras horas de la noche tanto la imagen como la reliquia a la Iglesia Colegiata del Naufragio de San Pablo donde permanecen el resto del año y donde los devotos la visitan con asiduidad. Los turistas españoles que viajan a Valletta suelen acudir a este templo a contemplarla pero hay que recordar que hace 55 años, en 1963, la preciada reliquia pudo verse en España con motivo del XIX Centenario de la Venida de San Pablo. En concreto, estuvo en la Catedral de Tarragona desde julio de ese año hasta enero de 1964 y fue visitada por numerosos peregrinos que visitaron la ciudad para ganar el Jubileo Paulino.
La festividad de San Pablo se celebra normalmente el día 10 de febrero pero este año cambiaron las fechas porque la Pascua llega antes de lo habitual y se acuerda celebrarla el 27 de enero. Sin embargo, desde mediados de este mes se llevan a cabo numerosos actos que culminaron con uno de los días más señalados en el calendario de los católicos. Entre las celebraciones que hubo en la mañana del sábado destaca una misa pontificia a cargo del Arzobispo, Monseñor Charles Scicluna y en la que estuvieron presentes, entre otros, la presidenta de Malta, Marie Louise Coleiro; el viceprimer ministro Chris Fearne y el líder de la oposición Adrian Delia