Que Houston son una buenísima banda de AOR (Adult Oriented Rock), es algo que ya me quedó más que claro en 2010, cuando lanzaron su homónimo y sobresaliente disco de debut. Que son unos auténticos maestros del género es algo que he terminado de confirmar al escuchar su nuevo disco, sencilla y claramente titulado “III”.
Este disco supera con creces a su segundo trabajo, que no era nada malo por otra parte, y nos devuelve a los niveles de calidad de su primer álbum. Hay momentos en los que realmente no sé decir cuál de los dos es mejor, y es que canciones nuevas como la inicial “Cold As Ice” o la pegadiza y melódica “Amazing” poco o nada tienen que envidiar a pesos pesados de su primer álbum, como “Hold On” o “Pride”. Sin embargo lo bueno de “III” no acaba ahí; al revés, maravillas como “Dangerous Love”, “Everlasting” o “To Be You” se descubren como los mejores temas del disco y se perfilan como futuros clásicos de la banda. Canciones prácticamente perfectas, en las que tanto la composición como la instrumentación se han puesto de acuerdo para crear unas piezas que los mismísimos Journey matarían por tener en alguno de sus discos.
¿Y en cuanto al resto del álbum? ¿Hay relleno? En absoluto, de hecho “relleno” es una palabra que no tiene cabida en “III”. “Glass Houses”, “Twelve-Step”, “Road To Ruin”, “Interstate Life” y la balada “Lights Out” son canciones efectivas y elegantes que complementan perfectamente a las anteriores, ayudando a hacer de este álbum una obra maestra.
La banda se muestra soberbia en todo el disco, sin embargo, el cantante, Hans Erix, se erige en verdadero protagonista, ofreciéndonos una interpretación vocal inmaculada que cabalga a placer sobre las habituales y acolchadas bases de teclado y melodías de guitarra que inundan todos los temas.
Houston han conseguido editar el que, en mi opinión, es el mejor disco de AOR de todo el año 2017, y que debería considerarse una verdadera guía de estilo para aquellos que quieran grabar un álbum de rock melódico en general.