La película destaca por dos aspectos, uno la efectiva interpretación de Maribel Verdú y dos, el mensaje crítico que nos deja el director en relación a la historia. El personaje que encarna Maribel Verdú es el auténtico eje en el que se va desarrollando toda la trama. Un personaje al que se le van presentando varios dilemas, a los cuales tiene que ir respondiendo a pesar de las consecuencias que puede tener si toma una decisión u otra. Por otro lado, me ha gustado el mensaje crítico que nos quiere transmitir el director. En un plano general, está poniendo en cuestión al sistema económico capitalista, basado en conseguir el máximo beneficio por encima de todo lo demás. Esto lo traslada a la trama a través de los tres suicidios que se producen en una gran empresa, motivados por las insoportables presiones laborales que tienen que sufrir los trabajadores por conseguir los objetivos. También a través de la historia se expone la falsedad del jefe tirano que aboga por tener la máxima presión laboral sobre sus empleados, ya que esto repercute en más beneficios para la empresa. Muy buena película.
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