W.A.S.P. dejaron un sabor agridulce en Madrid

La banda de Blackie Lawless pasó por España para ofrecer cuatro conciertos dentro de su gira “Re-Idolized”.
Roberto Sada
España
05.11.2017
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Una vez más los norteamericanos W.A.S.P. vinieron de gira por España. Es ya habitual ver en nuestro país a la banda de Blackie Lawless cada dos años aproximadamente, pero en esta ocasión la visita tenía un cariz especial. W.A.S.P. llevan desde finales de septiembre inmersos en la gira de 25 aniversario del disco “The Crimson Idol”, sin duda uno de sus trabajos más laureados (podéis leer aquí el reportaje especial sobre el álbum que publicamos en Columna Cero).

Con este tour, llamado “Re-Idolized”, Blackie y los suyos estarán recorriendo Europa hasta finales de noviembre tocando el disco en su integridad junto a un puñado de clásicos, o al menos eso es lo que se anunciaba. No es la primera vez que W.A.S.P. hacen esto, ya que en 2007 conmemoraron el 15 aniversario del disco tocándolo íntegramente en una gira que igualmente recaló en España. Con cuatro fechas confirmadas, nuestro país ha vuelto a tener la fortuna de presenciar la interpretación de “The Crimson Idol”. En esta crónica abordaremos el concierto del pasado viernes, 3 de noviembre, en la madrileña sala La Riviera.

Con un cartel de “entradas agotadas” colgado desde unos días antes del concierto, se preveía que el ambiente ante esta actuación de W.A.S.P. iba a ser tremendo, y de hecho lo fue. Cientos de fans llenaron los bares de los alrededores de la sala desde varias horas antes del inicio del concierto, calentando motores para lo que se esperaba que iba a ser una gran noche.

Lamentablemente, y en contra de lo anunciado en los carteles de gira, los finlandeses Beast In Black no tocaron en Madrid, ni el día anterior en Murcia, y de hecho, no lo volverán a hacer ya en lo que queda del tour, puesto que se han marchado. Al parecer, en el camino de Navarra a Murcia para el segundo concierto de la gira española, su autobús de gira se averió, y según el comunicado que la misma banda ha emitido, no recibieron el trato que les habían garantizado (se entiende que por parte de W.A.S.P.), por lo que decidieron cancelar el resto de la gira. No especularé sobre los motivos que pudieron causar esta cancelación, ya que no tengo la información suficiente para emitir una opinión fundamentada, pero en cualquier caso ha sido un triste imprevisto que nos privó de ver en vivo a esta banda formada por el ex guitarrista de los también finlandeses Battle Beast, y que hizo que W.A.S.P. tocaran sin teloneros.

En este contexto, a las 21.00 horas se apagaron las luces de una sala La Riviera totalmente llena y con unos fans ávidos por escuchar en vivo uno de los mejores discos de W.A.S.P.

Blackie y los suyos salieron a escena con seriedad, sin saludar y con una tenue luz roja que reservaba todo el protagonismo a las tres pantallas instaladas en el escenario y en las que se fueron proyectando imágenes de la supuesta película de “The Crimson Idol” que en su día fue rodada y que nunca ha visto la luz.

Con “The Titanic Overture” comenzó un viaje de una hora en el que, con una precisión milimétrica y totalmente concentrados en la música y en la atmósfera que rodea al disco, W.A.S.P. fueron tocando cada uno de sus temas, en el mismo orden en que aparecen en el álbum original. Durante toda la interpretación del disco, la banda, y muy especialmente Blackie, se mostró total e intencionadamente austera, parca en movimientos, sin interactuar apenas con el público; únicamente el bajista Mike Duda se atrevió a animar a la audiencia de vez en cuando. Se nota que Blackie Lawless pretende dotar a este tramo del concierto de un halo de sobriedad que permita a los asistentes centrarse en la música y en las pantallas, y no ser distraídos por la banda. De hecho, el mismo Blackie se puso de espaldas al público en varios de los intensos tramos instrumentales que alberga “The Crimson Idol”.

Doy por hecho que la inmensa mayoría de los allí presentes sabía lo que iba a ver, y no se sintió defraudada por esta falta de comunicación y de movimiento del grupo, ya que la gente disfrutó de lo lindo con todos y cada uno de los temas interpretados. Aunque los más aplaudidos fueron posiblemente los preferidos por todos, es decir, “Arena Of Pleasure”, “The Idol” y “Chainsaw Charlie (Murders In The New Morgue)”, fue un auténtico lujo poder escuchar otras piezas del álbum, menos famosas pero igualmente geniales, como “Doctor Rocker”, “The Gypsy Meets The Boy” o la emocionante “The Great Misconceptions of Me”.

Los asistentes se desgañitaron cantando cada uno de los temas del disco, y las ovaciones recibidas confirmaron que 25 años después “The Crimson Idol” sigue siendo una de las obras cumbre en la discografía de W.A.S.P.

Una vez terminada la interpretación íntegra del disco pudimos comprobar cómo uno de los alicientes que se anunciaron cuando se dio a conocer la gira no se cumplía. En principio, se suponía que en este tour W.A.S.P. iban a tocar el disco entero y tres canciones más que formaban parte de él pero que nunca vieron la luz; pues bien, como lleva ocurriendo desde el principio del tour, esto no se cumplió; la banda tocó el disco que todos conocemos y punto.

Llegaba la segunda parte del concierto, y también según se anunció, en esta W.A.S.P. harían un repaso de sus principales clásicos. Bueno, esto tampoco se cumplió, pero vayamos por partes. Tras unos minutos de descanso, después de la interpretación de “The Crimson Idol”, la banda volvió a escena esta vez con mucha más luz y una actitud radicalmente distinta. Pasado el momento de sobriedad, llegaba el momento de la fiesta. Un Blackie más cercano a la fiera del directo que todos conocemos, ahora sí saludó al público y al grito de “Madrid! Are you ready?” dio pie para arrancar con uno de los clásicos más absolutos de la banda, “L.O.V.E. Machine”.

En este momento, me dio la sensación de que a pesar de que el atractivo principal del concierto era “The Crimson Idol”, lo que el público realmente esperaba era que llegara el momento de oír los verdaderos clásicos de W.A.S.P., los de sus primeros discos. “Wild Child” no hizo sino confirmarme esta sensación, ya que la audiencia se volvió totalmente loca y se dejó la voz cantándola de principio a fin. Viendo la dirección que empezaba a tomar el concierto, parecía que esta segunda parte realmente iba a complementar a la primera, haciendo de esta actuación un evento perfecto. Nada más lejos de la realidad. La interpretación de “Golgotha”, tema que da título al más reciente trabajo de la banda, fue un auténtico mazazo. Meter en la parte reservada para los clásicos una canción, que aunque es muy buena, es lenta, sombría y melancólica, después de haber tocado durante una hora un disco entero que precisamente es sombrío y melancólico, fue en mi opinión un auténtico error. Más si cabe cuando la siguiente canción en sonar, “I Wanna Be Somebody”, fue la última de la noche, y la cual, a pesar de recibir una respuesta entusiasta por parte de la audiencia, no consiguió quitarnos de la cabeza una pregunta: ¿Esta era la parte reservada para los clásicos? “L.O.V.E. Machine”, “Wild Child” y “I Wanna Be Somebody”, eso fue todo, porque “Golgotha” no es un clásico. ¿Qué fue de “Blind In Texas”, “On Your Knees”, “Hellion”, “Inside The Electric Circus” o “The Real Me”?

Al parecer se perdieron en el baúl de los recuerdos, ya que tras 90 minutos de actuación, y aunque visiblemente agradecidos por la respuesta recibida, W.A.S.P. se marcharon. Ya sé que desde hace muchos años Blackie está abonado a los 90 minutos, o menos, de concierto, y que este era algo especial, por la interpretación de un disco entero, pero sinceramente creo que haber añadido tres clásicos más y sustituir “Golgotha” por “On Your Knees” por ejemplo, nos hubiera dejado a todos con muchísimo mejor sabor de boca.

Para ser justo, por otra parte diré que los 90 minutos que W.A.S.P. tocaron fueron soberbios, con una mención muy especial a la actuación del líder. A pesar de sus 61 años, el señor Blackie Lawless tiene un estado vocal EXCELENTE, y aunque lleva ya varios años abonado también a los 100, pero esta vez me refiero a kilos de peso, físicamente se muestra ágil, y recorre el escenario casi con la misma soltura que en sus años mozos.

Resumiendo, diré que el concierto de W.A.S.P. el pasado viernes en Madrid dejó un sabor agridulce. Dulce porque lo que vimos tuvo un nivel altísimo, pero agrio porque se hizo muy corto y se quedaron muchas canciones en el tintero.

Vídeos grabados y cedidos por kermoss:

Repertorio de W.A.S.P. en Madrid:

1. The Titanic Overture

2. The Invisible Boy

3. Arena Of Pleasure

4. Chainsaw Charlie (Murders In The New Morgue)

5. The Gypsy Meets The Boy

6. Doctor Rocker

7. I Am One

8. The Idol

9. Hold On To My Heart

10. The Great Misconceptions Of Me

Bises

11. L.O.V.E. Machine

12. Wild Child

13. Golgotha

14. I Wanna Be Somebody

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