La Arqueología aún guarda capítulos plagados de misterio. Uno de elos se puede encontrar en el árido desierto de Atacama, en pleno corazón de Chile. En estos parajes desolados, donde prácticamente la vida se hace impensable, una cultura enigmática surgió mucho antes de las grandes civilizaciones de la Antigüedad. Se trata del misterioso pueblo chinchorro, cuyo mayor enigma es la práctica de la momificación 2 años antes que aparecieran las primeras momias en el Antiguo Egipto.
El pueblo chinchorro, uno de los grandes interrogantes de la Historia. Poco se sabe del pueblo chinchorro. Solo que habitó las desérticas tierras de Atacama, entre Chile y Perú, entre los años 7 y 1.500 a.C., es decir, antes de que las grandes civilizaciones del Mediterráneo dieran sus primeros pasos de gloria. Por tanto, se trata de un enigmático pueblo que, a pesar de la dureza de unos de los desiertos más difíciles para ser habitados, sobrevivieron cinco milenios en él con una más que segura escasez de agua y alimentos.
Unas misteriosas momias de las que poco se sabe hoy en día. Pero si hay un aspecto que añade un halo más mágico a la cultura chinchorro es sin duda la momificación que estos practicaban con sus muertos. Unas momias chilenas que no fueron descubiertas hasta el año 1917 cuando el arqueólogo alemán Max Ulhe comenzó a investigar esta zona del desierto de Atacama. La sorpresa de este arqueólogo tuvo que ser mayúscula al toparse con unas momias que tenían nada más y nada menos que 2 años más que las momias de Egipto, las más conocidas.
Poco se sabe el motivo que llevaba a la cultura chinchorro a momificar a sus difuntos. Puede tratarse de un culto a los ancestros, quizá de una creencia ferviente en el Más Allá. Solo se sabe que todos los miembros de la cultura chinchorro eran momificados, ya fueran hombres, mujeres, niños o recién nacidos, algo que diferencia a estas momias con las egipcias, en la que solo se embalsamaba a una élite y a la realeza.
En estas momias chilenas se ha podido ver que los órganos internos eran sustituidos por fibras vegetales y por pelo de animal, que las dan una estampa única y estremecedora. Incluso se han encontrado casos en la que la piel era extraída del cadáver y se sustituía por arcilla típica de la zona. Por tanto, tenían un conocimiento increíble sobre anatomía y los diferentes componentes que conformaban el cuerpo humano.
Las momias chilenas se están degradando de forma inexplicable. Las momias del desierto de Atacama se han conservado durante milenios. Sin embargo, en los últimos años, sus conservadores se han percatado de que se están degradando de forma inexplicable. Los científicos se han dado cuenta de que se están convirtiendo en polvo negro, posiblemente por el aumento de la humedad ambiental. Por tanto, actualmente se encuentran siendo estudiadas de forma microbiológica para saber cómo conservarlas y que no desaparezca por completo un enigma arqueológico que aún perdura desde la noche de los tiempos.
