Diez clásicos del cine de los 80 que no han tenido secuela o remake

Tras ‘Blade Runner 2049’, cada vez quedan menos títulos emblemáticos de esa década que Hollyood no haya tocado
Juan Rodríguez Millán
España
11.10.2017
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Cada vez quedan menos vacas sagradas en el cine americano de los años 80. El estreno de Blade Runner 2049, como antes los remakes de Robocop, Cazafantasmas y tantos otros títulos, viene a confirmar lo mucho que le gusta a Hollywood recurrir a títulos emblemáticos de la década más significativa de esta labor de revival que vivimos desde hace ya algunos años. Y, sí, efectivamente, quedan cada vez menos títulos que no hayan sido objeto de secuela, remake, reboot o actualización, que cada cual lo llama de la manera que su estrategia de marketing considera conveniente. Pero quedan algunos títulos muy significativos que todavía nadie se ha atrevido a tocar o que, sencillamente, no ha sido capaz de llevar a buen puerto.

Podrían ser muchos, la lista podría incluir títulos como Top Gun, aunque parezca que una secuela está cada vez más cercana, o Dentro del laberinto, que también parece que tendrá un nuevo filme aunque sin un reemplazo para David Bowie. Seguro que cada cual tiene su propia película para incluir este grupo de joyas por ahora intocables, pero estos son diez de los títulos más significativos que hasta el día de hoy no cuentan con remake o secuela alguna.

· E.T. El extraterrestre, Steven Spielberg (1982)

Durante una década, hasta que llegó Parque Jurásico, fue la película más taquillera de la historia. Steven Spielberg removió las emociones del mundo entero con la historia de este pequeño extraterrestre que se hace amigo de un niño en el intento de regresar a su mundo. Conocedor de las posibilidades en taquilla fue Spielberg quien pensó en hacer una secuela de manera casi inmediata, e incluso escribió un primer borrador del guion junto a Melissa Mathison. El proyecto incluso tenía título, Nocturnal Fears. Pero Spielberg mismo puso fin a la idea convencido de que lo único que podía conseguir era arruinar el filme original.

· Los Goonies, Richard Donner (1985)

El reparto juvenil de Los Goonies hacía que la posibilidad de una secuela tuviera una mayor pervivencia en el tiempo. De hecho, aún se habla de esa opción y el motivo por el que se descarta es la edad de Richard Donner. Lo dijo Corey Feldman, uno de esos entonces jóvenes actores, hace poco más de un año, en abril de 2016: “Tiene 87 años. Y nadie quiere hacer la película sin él”, sentenció. Donner, de hecho, proclamó durante años que tenía un buen guion y que Spielberg, productor ejecutivo, le respaldaba, y hasta 2014 hay declaraciones suyas hablando de la certeza de que habría una continuación en la que volvería, al menos, buena parte del reparto original. Pero añade Feldman, “cada día que pasa y (Donner) no la hace, hay más y más posibilidades de que nunca exista”.

· Cuenta conmigo, Rob Reiner (1986)

Permanece en el tiempo como una de las mejores adaptaciones de un trabajo de Stephen King. De alguna manera, Super 8, la misma serie Stranger Things o incluso la nueva versión de It tienen elementos que pueden recordar a Cuenta conmigo, pero nadie se ha atrevido a hacer una nueva versión de la aventura de estos cuatro chicos entre los que estaba un jovencísimo River Phoenix. Lo más cercano a una secuela es un proyecto todavía por ver, una nueva adaptación de Corazones en Atlántida, que su director, Johannes Roberts, considera un cruce entre El club de los cinco, otro destacado título ochentero que nadie ha tocado, y Cuenta conmigo.

· Terciopelo azul, David Lynch (1986)

¿Quién puede atreverse a hacer un remake de una película de David Lynch? Puede que nadie, y hay dos hechos que lo corroboran. De su filmografía, solo Dune, que ya es un título de por sí importante de la literatura fantástica, ha contado con una nueva versión televisiva y con el siempre anhelado proyecto cinematográfico, y solo él mismo se ha atrevido a continuar sus historias y en formatos distintos, como demuestra Twin Peaks. Con permiso de El hombre elefante, Terciopelo azul es su película más aclamada, y cuesta pensar en que alguien pueda atreverse a hacer una nueva versión, más probable eso sí que una secuela, con rostros que no sean los de Kyle MacLachlan, Isabella Rosellini, Dennis Hopper, Laura Dern o Dean Stockwell.

· La princesa prometida, Rob Reiner (1987)

Pocas fábulas cinematográficas han sido tan apreciadas como esta del pirata Wesley, de la princesa Buttercup, del malvado Humperdinck, del espadachín Iñigo Montoya y del gigante Fezzik. Se intentó hacer un musical en 2006, pero las exigencias de William Goldman dieron al traste con el proyecto. ¿Secuela? No parece que vaya a suceder. Goldman dijo en 2012 que no ve la manera de escribirla y hacer que funcione. Y Robin Wright lo corroboró cinco años después, cuando dijo que la idea sí que se llegó a plantear pero que hacerlo podría arruinar el original.

· Willow, Ron Howard (1988)

Si no hemos vuelto todavía al mundo de Willow no es, desde luego, porque no se haya intentado. En 2005, George Lucas pensó en llevar la continuación a la televisión, pero la idea no fructificó. Warwick Davis, el actor que dio vida al protagonista, es quien más a menudo se ha referido a la posibilidad de una secuela. En 2016, Ron Howard, director del filme, explicó que Kathleen Kennedy, como cabeza de Lucasfilm, tenía su cabeza puesta por completo en Star Wars, pero añadía un enigmático “nunca digas nunca jamás”. Ahora que Howard está en Star Wars, en el próximo filme de Han Solo, y Davis estará con él en esa cinta, puede que los astros estén alineándose para que veamos la secuela de Willow.

· ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, Robert Zemeckis (1988)

Puede que estemos ante la secuela más trabajada que nunca vaya a tener lugar. ¿Quién engañó a Roger Rabbit? ganó más de 300 millones de dólares y tanto Disney como Spielberg querían una segunda parte. J. J. Abrams fue uno de los primeros directores en mostrar interés. Pero Spielberg lo fue perdiendo, metido en la tarea de fundar Dreamworks, competencia directa de Disney. En 1998 se hizo una prueba mezclando animación tradicional y CGI que no gustó a Disney. Robert Zemeckis mostró sus ganas de recuperar el proyecto a finales de la década pasada, y desde entonces cuenta con un guion que traslada la acción a los años 50 y que contaría con el fallecido Bob Hoskins de manera digital. Pero Zemeckis confesó que a la Disney actual no le interesa Roger, “y desde luego no les gusta nada Jessica Rabbit”.

· Bitelchús, Tim Burton (1988)

Si hay una película de Tim Burton de la que sus fans han venido pidiendo una secuela, esa es Bitelchús, la historia de este fantasma gamberro e irreverente interpretado por Michael Keaton. A Burton le interesa, pero en 2012 dejó claro que “no es la clase de película que pide a gritos una secuela”. Durante mucho tiempo, Seth Grahame-Smith habló de un posible guion que retomaría a los mismos personajes 26 o 27 años en el futuro. Quien sí quería hacerla a toda costa es Keaton, que en 2014 dijo que es lo que más le gustaría repetir, pero solo si Burton estaba relacionado de alguna manera. El actor que también dio vida a Batman siempre ha dejado claro que si se puede culpar a alguien de no hacer la secuela es a los ejecutivos de Warner. Lo que sí vimos en su día fue una serie de dibujos animados que captaba bastante bien el espíritu del filme.

· Big, Penny Marshall (1988)

Antes de convertirse en uno de los actores más respetados de Hollywood, Tom Hanks era un cómico muy popular. Big marcó la transición entre uno y otro. La película, una comedia, le valió su primera nominación al Oscar, por dar vida a un niño que deseó “ser mayor” ante una enigmática atracción de feria. De esta lista, es probablemente la que menos intentos ha tenido de ser continuada. Se produjo un musical en Broadway en 1996, y en 2014 se llegó a anunciar un remake televisivo, basado muy libremente en la película, que no se llegó a producir. A día de hoy, lo más cercano a la continuación de Big es un sketch en el célebre programa de la CBS The Late Show, conducido por Stephen Colbert, en el que Tom Hanks se enfrenta de nuevo a Zoltar… y esta vez le pide tener otra vez 30 años.

· Akira, Katsuhiro Otomo (1988)

Da la sensación de que Akira abandonará pronto este club de películas intocables, pero su larga odisea para seguir la estela del anime de Katsuhiro Otomo bien vale incluirla aquí. Warner quiere hacer una versión en imagen real desde 2002, y Otomo ha dado libertad para que haga su propia versión. Pero hasta diez equipos de guionistas han pasado por un proyecto que han podido dirigir incontables cineastas. Stephen Norrington perdió su ocasión por el fracaso de The League of Extraordinary Gentlemen. Ruari Johnson, nominado al Oscar por su corto Fifty Percent Grey, también estuvo en la lista, de la que en un momento u otro formaron parte los hermanos Hughes o Christopher Nolan. Parecía que Jaume Collet-Serra iba a ser el elegido, pero Warner se lo ofreció a George Miller, que prefirió hacer su nueva película de Mad Max. Y ahora el favorito es Taika Waititi, que asumiría la película tras Thor. Ragnarok.

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