El personaje de Cristóbal Colón ha dejado muchos enigmas, incógnitas e interpretaciones sobre quién era en realidad. A pesar de que fue un hombre muy conocido y uno de los más universales de la Historia de la Humanidad no hay acuerdo sobre el origen histórico del personaje. En los libros de texto, los escolares estudian que el descubridor de las américas era un mercader, un comerciante, un genovés que negociaba con telas y lanas. Este hombre italiano consiguió llegar a la Corte de Castilla para convencer a Isabel la Católica para que apoyase la financiación de un viaje con la que se esperaba encontrar una nueva ruta para llegar a las indias. Encontrar por esa ruta la forma de llegar a las indias supondría tener una nueva autopista marítima comercial exclusiva, lo que traería enormes beneficios para Castilla. El objetivo era el mercado de las especias, que en el siglo XV tenía tanto o más valor que el oro, o el de la seda, entre otras riquezas.
Hasta nuestro días han llegado teorías diferentes sobre la auténtica identidad de Colón. Además de la genovesa, comunmente aceptada, se ha teorizado sobre un posible apellido Colom que le enraizaría con Cataluña. Otras le colocan en Mallorca.
Desde hace 130 años ha cogido cuerpo la vía gallega. El escritor compostelano, nacido en Torrelavega, Rodrigo Costoya ha dedicado muchas horas a investigar al personaje histórico. Ha estudiado todas las teorías que existen sobre él y finalmente ha editado una obra, Portosanto, escrita originalmente en gallego, y disponible posteriormente en castellano, en la que narra la historia de un niño bastardo nacido en una pequeña aldea gallega a orillas del mar. Portosanto es la primera novela de una trilogía ya escrita y terminada por el novelista gallego, que acaba de ganar en Úbeda el premio a la mejor novela histórica con su segunda obra, El custodio de los libros. Este mismo sábado, Rodrigo Costoya ha recibido el galardón de manos de sus organizadores, el más prestigioso de cuantos se otorgan sobre novela histórica en España. Esta segunda novela está editada solo en castellano, por ahora, ya que el escritor no ha encontrado editor en Galicia que publique sus páginas escritas originalmente en gallego. La tercera novela verá la luz en los próximos meses.
Sólo la primera novela se centra exclusivamente en el personaje histórico del que a día de hoy conocemos como Cristóbal Colón, y que en realidad, para Rodrigo Costoya, se llamaba Cristóbal Pedro Fernández Eanes, más conocido en su época por Pedro Madruga. Fue el conde de Soutomaior. Nacido en la pequeña aldea de Portosanto, en Poio (Pontevedra), simuló su muerte e ingenió una nueva identidad que fue pactada en un acuerdo secreto con los Reyes Católicos, lo que permitió que finalmente se pactasen las condciones para iniciar el viaje más importante de la Historia de la Humanidad, recogidas en las capitulaciones de Santa Fe. Por tanto, esta teoría asegura que Colón fue un personaje que tuvo una doble vida. Hoy puede vistarse su casa natal convertida en museo, una edificación prácticamente desconocida para la inmensa mayoria de los españoles que siguen creyendo que el Descubridor más famoso de todos los tiempos era italiano.
Desde hace unos días, el novelista compostelano, Rodrigo Costoya, ha ofrecido varios coloquios en los que trata de resolver a los lectores las numerosas incógnitas que ecistem sobre la figura del descubridor universal. También les descarta rotundamente que Colón fuese un comerciante genovés, sino un poderoso noble bastardo, nacido en Galicia. El descubrior, pese a ser bastardo, recibió una exquisita formación fue un destacado militar y almirante y demostró tener unas grandes dotes de persuasión política, lo que le ayudño a culminar su gran proyecto: realizar la expedición que puso fin a la Edad Media.
Rodrigo Costoya ha enfatizado, en la entrevista realizada para la elaboración de este artículo, que la teoría no es un invento que surge de la nada, porque la pista para comenzar a tirar del ovillo que une a Pedro Madruga con Cristóbal Colón nace de la investigación de Celso García de la Riega, hace 130 años. "Está basada en indicios muy sólidos. No es algo que procesa de una nave del misterio o algo parecido. Las conclusiones están sostenidas en indicios muy sólidos y además existe una documentación muy potente que avala esta verdad", ha afirmado el novelista premiado hoy en Úbeda (Jaén).
Preguntado por las evidencias que ha estudiado, Costoya destaca la firma del personaje. "La rúbrica de Colón fue un enigma durante siglos hasta que llegó el investigador Philippot, que aún vive. El historiador logró descifrar el significado de la firma. Se puede decir que es como un jeroglífico en la que Colón se encargó claramente de poner a todos sus ancestros en ella. Por eso la firma es una pieza clave. Incluye las iniciales de su árbol genealógico. Y hablando de genealogía, el Duque de Veragua -el actual se llama Cristóbal Colón de Carvajal-, es el único descendiente directo reconocido del personaje histórico Cristóbal Colón. Pues bien, en 1796 el Duque de Veragua de entonces vendió una finca en la aldea de Portosanto y se conserva el acta notarial de esa compraventa. Resulta muy curioso que a escasos metros de esa finca la tradición oral de la zona afirme que "en esa casa nació el descubridor de las Américas”, ¿Quién se inventa eso?", se pregunta Costoya.
Si tan convencido está de que no hay equivocación posible sobre las raíces gallegas de Cristóbal Colón, que esa es la verdadera identidad del personaje, lla pregunta es ¿por qué esta teoría no tiene respaldo? A esta pregunta, el novelista cree que la respuesta hay que encontrarla en que "hay cosas que se instauran en el ideario colectivo, y que se dan como ciertas, sin que las pongamos en tela de juicio. Es una tendencia natural del ser humano, un escepticismo irreflexivo e innato", argumenta.
Por tanto, considerando que esta es una verdad irrefutable, ¿cabe pensar que existe algún interés para que no se sepa o para que se acepte como tal? El escritor afincado en Santiago responde que "hay historiadores que sostienen que, después de Jesucristo, Colón es el personaje más importante de la Humanidad, por tanto, saber su origen es un auténtico patrimonio histórico, que tiene una categoría similar a la de un monumento artístico de talla mundial. Efectivamente, hay muchos intereses creados", cree sin dudarlo.
En este sentido, Rodrigo Costoya lamenta que unas evidencias tan claras no hayan sido "defendidas por los poderes públicos como debieran. Sólo hemos encontrado en las charlas que estoy dando ahora un primer apoyo de la Xunta de Galicia. Antes de eso no ha habido ningún respaldo anterior. Pero estamos orgullosos de que la tendencia ahora haya cambiado y que los poderes públicos comiencen a velar por la identidad y la historia de Galicia", apunta.
Si volvemos cinco siglos atrás para entender qué pasó entonces con Colón, la pregunta que cabe hacerse es por qué Pedro Madruga simula su fallecimiento y crea su nueva identidad, la que todos conocemos. Para Costoya esa pregunta "es el final de un camino que para llegar a el antes hay que atar muchos otros cabos para darse cuenta de que Colón necesariamente tenía que ser gallego. ¿Por qué? Porque era el idioma que hablaba y utilizaba era el gallego. Hoy podemos comprobar por sus escritos de su puño y letra que hay muchos giros en gallego. Además, es realmente increíble estudiar toda la toponimia de los lugares que descubrió. No sólo puso bautizó los nuevos lugares descubiertos con nombres de lugares gallegos, sino que si nos fijamos bien orográficamente ¡hasta se parecen! En Jamaica a un río le puso el nombre de Jallas porque terminaba en una cascada, igual que el río Xallas a su paso por Ézaro. Hasta finales del siglo XIX se revela la tesis de que el descubirdor tenía que ser gallego, como un primer paso; en los años setenta Alfonso Philippot postuló que Colón era en realidad Pedro Madruga, demostrándolo con indicios demoledores. Y es ahí cuando llegamos al final del camino", admite. "Pedro Madruga -continúa Costoya-se había metido en un camino sin salida porque este personaje había apoyado la opción de Juana y el rey de Portugal en la guerra por la sucesión de la Corona de Castilla, pero perdieron la guerra, lo que complicó la posición de privilegio de Madruga, un traidor a Isabel y Fernando; además, Madruga sufrió la traición de su hijo mayor, Álvaro, que junto a una jugada estratégica urdida por Fernando el Católico y Fonseca le acabaron desposeyendo de todo su señorío. No hay que olvidar que a Madruga se le conocía como el rey de Galicia y que sus posesiones abarcaban el sur de Galicia hasta el norte de Portugal, por tanto era una persona de una poderosa influencia. La única forma de conservar su poder era llegar a un trato con la Corona, ofreciendo algo a los Reyes Católicos que no podían rechazar porque la propuesta de Colón era para los reyes una victoria sí o sí", asegura.
Por tanto, Costoya concluye, apoyado en las tesis e investigaciones de Philippot, que Isabel y Fernando hicieron un pacto secreto con Colón que no podría revelarse nunca. Otra cosa es que Colón dejase pistas sobre su identidad para que con el paso del tiempo se descifrase que los caminos de Madruga y Colón tienen un punto de conexión. "Con el pacto que les ofreció, siempre salían ganando. Colón les plantea que si llega a las Indias todo lo que descubra es para él y será virrey. Los reyes de Castilla se llevaban su parte del botín como patrocinadores del viaje y recuperando para Castilla su esplendor; si la expedición fracasaba, es decir, las carabelas no llegaban a su destino y se hundían en el empeño, Isabel y Fernando tendrían un problema menos.
Es decir, para el novelista no hay duda de que los Reyes Católicos sabían realmente quién era Colón, es decir, Pedro Madrugada. "Lo que no sabemos es si el pacto salió de él o salió de ellos, pero que todos estaban compinchados ya es seguro. Se conocían a la perfección y se odiaban al mismo tiempo", puntualiza.
¿Es posible que aún exista documentación que pruebe la existencia del secreto? Para Rodrigo Costoya la verdad es que "hay documentos que, aunque no nos dicen esto claramente porque el pacto era que los Reyes pagaban el viaje pero Colón tenía que hacerse pasar por muerto para siempre y no volver a aparecer nunca más como Pedro Madruga, hay señales para saber que así es. Si Colón no reveló su identidad es porque entonces el pacto se rompería. Esa es la razón de que sus orígenes no hayan salido nunca a la luz. Pero Colón nos dejó pistas, como su firma. No se puede pasar por alto que hay un peritaje caligráfico a ciegas con escritos de Cristóbal Colón y de Pedro Madruga que tienen un grado de coincidencia tal que sería aceptado hasta en un juicio a día de hoy. Con menos coincidencia, a día de hoy se acepta en un juzgado. Por tanto, en realidad, sí que existen papeles. Pero es que además, por ejemplo, hay documentos en los que a Cristóbal Colón se le llama Pedro de Colón", añade con curiosidad.
Quinientos años después, en la pequeña villa de Portosanto, se encuentra todavía en pie una pequeña casa que se considera que es la casa natal de aquel niño bastardo. Considerando por tanto que la teoría fuese admitida desde los poderes públicos y patrocinada por ellos podría entenderse que estaríamos ante un posible nuevo lugar de peregrinación. De hecho, junto a esa casa natal se encuentra un museo dedicado a la figura de Colón en la que se desentrañan los misterios que el personaje decidió dejar en el aire. ¿Podría ser un nuevo Camino de Santiago "Cuando presenté esta novela en la casa natal de Colón, dije allí mismo que me marcaba como objetivo que precisamente ese lugar fuese el segundo más visitado de Galicia, después de la Catedral de Santiago. Es un hito que pondría a Galicia mucho más allá de lo que ya está en el mapa mundial. Un guía turístico de Vigo me decía en la presentación de mi libro hace unos días que esta historia para el turismo es como otro Camino de Santiago, sólo que en esta ocasión tenemos evidencias ciertas y reales de que el personaje histórico nació en Galicia, que estuvo en Galicia y tenemos pruebas veraces de sus orígenes y de su legado. Por tanto, habría que pensar en lo que esto supone para Galicia, su historia y su propio PIB", ha explicado.
Podría haber quien piense, como en realidad así es, que las evidencias explicadas por Rodrigo Costoya son meras casualidades. El escritor explica a esta cuestión que acepta "que una casualidad se pueda considerar así, pero si veinte casualidades apuntan a una misma dirección es que son una evidencia. En este caso, no es una, ni dos, ni diez, ni veinte casualidades, realmente estamos ante una batería de descubrimientos tan demoledoras que ningún historiador puede negar al menos que el personaje es realmente gallego, porque esta es ya una verdad irrefutable", sostiene con seguridad el escritor.
¿Y ué pasa con las otras teorías entonces? ¿La genovesa? ¿La catalana? ¿La mallorquina? Rodrigo Costoya asegura que "entre todas las demás, juntas, no reúnen ni una quinta parte de los indicios que tiene la gallega, hasta el punto de que un investigador mallorquín expuso en un simposio organizado en Pontevedra la teoría sobre las raíces en Mallorca de Colón, pero acabó reconociendo en privado a Alfonso Philippot que la gallega es la teoría buena y que no hay forma de poder negarla. Sobre la teoría de que Cristóbal Colón era el catalán Cristòfor Colom no es cierta porque Colón nunca habló catalán, así que mallorquín tampoco. En cuanto a la de Génova, habría que empezar diciendo que hay diecicocho sitios que se disputan ser su cuna, es decir, si hay dieciocho es que no hay ninguna que lo sea. Además, Colón no sabía italiano y precisaba de un traductor, que se llamaba Toscanelli, para entender los textos italianos que le enviaban. Y además, un comerciante italiano de lanas ¿cómo iba a lograr llegar a un pacto para que se le financiase un viaje con los Reyes Católicos?, eso no es posible. En Galicia tenemos muy claro cuál es su origen y que está en la “Casa da Crus”, frente a Pontevedra", repite el novelista gallego.
Para Costoya está muy seguro de lo que dice y explica que "no podría defender esto con esta vehemencia, ni me hubiera puesto a escribir una novela de 900 páginas si no lo hubiese visto tan claro. Si alguien prueba, mediante una prueba de ADN, por ejemplo, que no tengo razón me tendría que comer página a página mi novela", argumenta.
El escritor descarta que el hecho de ser un hijo bastardo sea el motivo del escaso apoyo que existe aún ahora para creer que Colón es Pedro Madruga. "A día de hoy, no creo que eso sea posible. Es cierto que fue un hijo bastardo.Pero Pedro Madruga fue adoptado por su hermano, por parte de padre, que no tenía descendencia, para ser el siguiente Conde titular. Pedro Madruga fue además el más grande de todos los Condes de Soutomaior, el que aplastó la Revolución de los Irmandiños, y fue nombrado Conde de Caminha en Portugal, por lo que hay que comprender que Pedro Madruga era una figura política y militar muy destacada de la historia de Galicia. Si no se ha apoyado esta teoría desde los poderes públicos hasta ahora es por el miedo a que se les diga que son unos iluminados", piensa el escritor al ser preguntado por esta cuesión.
De su trilogía iniciada en 2017 y titulada De luz y tinieblas, Costoya espera qus sus lectores disfruten con sus páginas, que lean sus obras, y que entiendan que detrás de su esfuerzo hay "una historia que contar y que conocer. Creo que a la verdad oficial hay que ponerla en tela de juicio, y si en la Edad Media se logró acabar con el dogmatismo no vamos a dejar ahora que nos transmitan axiomas porque sí. Debemos al menos cuestionarnos todo e indagar si lo que cuento puede ser verdad y luego que cada uno juzgue. Hay que tener curiosidad y poner luz.