Cuando hace 12 años firmó un contrato para escribir en una editorial, aunque como escritor fantasma, no pensó que llegaría el momento de rebelarse y publicar una novela con pseudónimo porque, de otra forma, jamás podría hacerlo.
Juanegro Literario es el alter ego de este escritor que, por confidencialidad, no puede desvelar su nombre. Él mismo se autodenomina negro literario, de los que trabajan para una editorial escribiendo para autores de renombre que se encuentran en horas bajas de creatividad y necesitan seguir llenando los estantes de las librerías con lanzamientos programados.
Con la veintena cumplida, envió su primera novela a varias editoriales esperando encontrar un hueco. Pero lo que le llegó de una de ellas fue una proposición diferente. “Me dijeron que mi obra era buena, pero no lo suficiente. Me advirtieron que, en plena crisis financiera mundial, año 2008, no se apostaba por nuevos talentos. Me preguntaron si me interesaba ganar dinero. Me animaron a aceptar su trato. Y firmé” explica en su blog.
Y así, sin tener contacto directo con los escritores, ha creado historias y best sellers que, bajo la firma de tres reconocidos autores, han vendido en total 10 millones de copias. Seis de sus libros han sido traducidos a 7 idiomas. Se dice pronto en un mundo en el que conseguir lectores es todo un reto.
En diciembre de 2019, doce años después, lo vuelve a intentar y pide a la editorial para la que trabaja que le dejen escribir y también firmar su obra, que le den una oportunidad después de tantos años creando éxitos para otros. Pero la letra pequeña del contrato no se lo permite y desde la editorial le indican que si él firmase las obras, no tendrían éxito.
Ahí es donde comienza la rebelión de su alter ego y decide lanzarse con su primera novela autopublicada bajo un pseudónimo: En un mundo de locos.
El libro gira, como su nombre indica, alrededor de la locura y con un original planteamiento que sitúa la acción en un manicomio, aunque las historias que se cuentan en el libro no son las de los locos, sino la de los que atienden a los mismos.
Lanzada el pasado 8 de junio, en tan solo unos días lleva más de 200 descargas y varias reseñas positivas, todo un logro incluso para los autores de renombre.
¿Por qué entonces no apuestan las editoriales por el talento? Por la inversión que supone posicionar a un nuevo autor y la búsqueda de rentabilidad. Desde 2008, se apuesta por nombres que no necesitan presentación. Con la autopublicación consiguen ese filtro, ver quién de verdad interesa y, en ese momento, abren su puerta a contratarlos.
“Voy a emerger como Juanegro Literario para impartir justicia poética y manifestar al mundo que mi obra es buena indiferentemente de quien la firme. Lo que pretendo demostrar es que el lector no es tonto y no compra solo por el nombre. Si mi obra triunfó cuando la firmaban otros, en seis meses y con la promoción necesaria, debería estar consiguiendo cifras y críticas semejantes a los libros que escribí para otros” concluye.