Veinte años han tenido que pasar para que los míticos Aerosmith regresen a la capital de España. Desde la ya lejana gira del disco “Nine Lives” (1997) no pisaban Tyler y compañía suelo madrileño para actuar. Pero los sueños se han vuelto a cumplir, y aproximadamente 31 personas (según datos de la organización) fueron testigos el pasado jueves, 29 de junio, del espectáculo que ofrece a día de hoy la banda de Boston.
Aprovechando el buen tiempo veraniego (que esa noche brilló por su ausencia) y la mayor capacidad del recinto, en esta ocasión se escogió el Auditorio Miguel Ríos, en Rivas-Vaciamadrid, como escenario para el concierto de Aerosmith, a diferencia del Palacio de Deportes, que fue el lugar elegido hace 20 años.
Había ganas de Aerosmith, ya que no sólo era su primera actuación en Madrid en dos décadas, sino que también lo era en España en 7 largos años, desde su último concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en junio de 2010. Así pues, el auditorio mostró una buena entrada de público prácticamente desde que a las 17.00 horas se abrieron las puertas, y para el momento de la actuación de los primeros teloneros, Eclipse, ya estaba más de la mitad del recinto lleno.
Los suecos Eclipse salieron a escena a las 19.00 horas muy motivados y con la confianza que les da tener una discografía sólida, plagada de buenos discos y grandísimas canciones de hard rock melódico. En esta ocasión, presentaban su fantástico nuevo disco, “Monumentum”, editado hace sólo unos meses. La banda, liderada por el vocalista Erik Mårtensson, centró su repertorio en temas de su nuevo álbum, como “Vertigo”, que abrió su actuación, “Jaded”, “The Downfall Of Eden”, la balada “Hurt” y “Killing Me”, dejando un pequeño hueco para canciones de discos anteriores como “Wake Me Up”, “Stand On Your Feet” o la genial “I Don´t Wanna Say I´m Sorry”, con la que pusieron punto y final a su actuación. Lamentablemente, el público respondió con bastante pasividad ante el concierto de los suecos, y por más que ellos intentaron animar a la audiencia, sólo el sector más cercano al escenario pareció disfrutar realmente de su actuación, una pena. Aún así, gran concierto de Eclipse.
Mejor respuesta obtuvieron sin embargo los norteamericanos Alter Bridge, que fueron los encargados de calentar el ambiente justo antes de las estrellas de la noche. Con un estilo músical en principio más alejado del que práctican Aerosmith, y que a priori podría no encajar muy bien con los gustos de la audiencia, hay que reconocer que la banda liderada por el guitarrista Mark Tremonti y el vocalista Myles Kennedy supo llevar a los asistentes a su terreno, y consiguió que disfrutasen con su hard rock de tinte alternativo. Alter Bridge dieron más protagonismo en su repertorio a su aclamado disco de 2007, “Blackbird”, tocando temas como el que le da título, “Come To Life” o “Rise Today”, pero también quisieron ofrecer dos muestras de lo que es su último trabajo discográfico, “The Last Hero” (2016), interpretando “Crows on a Wire” y “Show Me a Leader”. Buena actuación, buen sonido, aunque a un volumen demasiado alto, y buena respuesta del público.
Una vez pasados los preliminares, llegaba el momento que todos esperaban. A las 22.05 horas se apagaron las luces del Auditorio Miguel Ríos, y en la enorme pantalla principal del escenario comenzó a proyectarse un vídeo introductorio, que con el “Carmina Burana” sonando de fondo, empezó a repasar la historia de Aerosmith desde 1973, mostrando las portadas de sus discos en orden cronológico y fotos e imágenes en vivo del grupo de la época que correspondía a cada álbum. Todo esto se iba intercalando con imágenes de los distintos formatos en los que se ha ido escuchando la música a lo largo de los años. Así, cuando aparecían sus discos de los ´70 se mostraban imágenes de vinilos, con los de los ´80 y ´90 se veían cintas de cassette y cd´s y ya en el nuevo siglo veíamos reproductores de mp3 o un móvil con una lista de canciones de Aerosmith, dando a entender que la forma de escuchar música ha cambiado a lo largo del último medio siglo, pero que la música de Aerosmith siempre ha sido y será escuchada en el formato que sea y por público de todas las edades, ya que su rock es inmune al paso del tiempo.
Una vez finalizado el vídeo, una potente voz gritó “Desde Boston, Massachusetts, los chicos malos del rock n´roll, Aerosmith!!!!”, y como un torbellino Aerosmith salieron a escena con las primeras notas de “Let The Music Do The Talking”. Steven Tyler y Joe Perry provocaron la euforia de los asistentes desde la punta de la larguísima pasarela que tiene su escenario. Steven Tyler, ataviado con sus extravagantes pero a la vez elegantes ropajes, y Joe Perry con una actitud 100 % rockera, deleitaron al público ofreciendo un amplio repertorio de poses, gestos complices y saludos a la audiencia.
Siguieron sin descanso con una inesperada pero fantásticamente recibida “Nine Lives”, y con su éxito “Love In An Elevator”, que puso a todo el recinto a corear su estribillo. El estado físico que muestran actualmente Aerosmith es sorprendentemente bueno, en especial el de Tyler y Perry, que son los más activos en escena y quienes más atención acaparan. Viendoles actuar, con 69 y 66 años respectivamente, cualquiera diría que hace cuatro dácadas eran conocidos como los “gemelos tóxicos”, debido a su desproporcionado consumo de drogas y al penoso estado físico que por ello tenían.
En esta tónica, y con un público totalmente entregado, fueron cayendo éxitos de su segunda etapa, la más conocida por la audiencia en general. Sonaron “Livin´ On The Edge”, “Falling In Love” y “Rag Doll”, y tras estas Steven Tyler nos introdujo a Joe “fuckin´” Perry, quien nos iba a cantar una canción. Era el momento de esuchar su versión del blues de Fleetwood Mac, “Stop Messin’ Around”, que Aerosmith ya grabaron en su disco de versiones blues de 2004, “Honkin’ on Bobo”. Perry la cantó de maravilla, y al igual que Keith Richards en los Rolling Stones, demostró quien tiene el espíritu más rockero en Aerosmith.
No quisieron parar aquí con las versiones y, de nuevo homenajeando a Fleetwood Mac, interpretaron un “Oh Well” que duró casi diez minutos, y en el que los miembros de la banda parecieron disfrutar como unos enanos. Por si esto fuera poco, tocaron “Remember (Walking in the Sand)”, la versión del tema de The Shangri-Las que incluyeron en su no muy popular disco de 1979, “Night In The Ruts”, y que rara vez tocan en directo. Todos sabemos que Aerosmith podrían ahorrarse las versiones, ya que tienen decenas de éxitos propios que sus fans matarían por escuchar, y de hecho muchos hubieran agradecido oír “Draw The Line”, “Same Old Song And Dance” o “Rats In The Cellar” en su lugar, pero, por otra parte, hay que reconocer que fuimos afortunados de esuchar un tema como “Remember (Walking in the Sand)”, tan poco habitual, y que personalmente me supo a gloria.
En este punto del concierto, Steven Tyler presentó a Tom “Sweet Emotion” Hamilton, y acercandosé por primera vez a la pasarela, el tímido bajista empezó a tocar una de las lineas de bajo más famosas del rock, la de “Sweet Emotion”. Sobran las palabras.
Tras esta, cayeron sin descanso “I Don’t Want to Miss a Thing” (sin duda uno de los momentos álgidos de la noche), el “Come Together” de los Beatles, “Eat The Rich”, “Cryin´” y la festiva “Dude (Looks Like a Lady)”, después de la cual Aerosmith se retiraron momentáneamente del escenario para encarar los bises.
Con un público en estado de ebullición, Steven Tyler se acomodó en el asiento de su piano blanco, convenientemente situado al final de la pasarela, y tras recordarnos que hacía un frío de narices esa noche, comenzó a intepretar un extracto de su famosa balada “Angel”, un regalo que todos los asitentes supieron apreciar. Seguidamente, empezó a tocar las notas iniciales de “Dream On”. Escucharles tocar este clásico de la manera en que lo hicieron ya justificaría por sí solo el elevado precio de la entrada. La fabulosa voz de Steven Tyler puso la piel de gallina a todo el auditorio, y es que parece increíble que con casi 70 años pueda cantar tan bién, y llegar a las notas agudas con casi la misma solvencia que cuando tenía 20 o 30 años.
Su éxito “Walk This Way”, que fue precedido por una versión del “Mother Popcorn” de James Brown, puso punto y final a su actuación entre una lluvia de confeti. En total fueron dos horas de concierto que consiguieron hacernos olvidar que esta es supuestamente su gira de despedida. Resulta imposible concebir que los Aerosmith actuales, tocando como tocan, en un estado de forma envidiable y disfrutando con lo que hacen, pretendan retirarse ya. Da igual la edad que tengan, si con casi 70 años están a este nivel auguro que aún tenemos Aerosmith para rato, y estoy convencido de que al menos otras 30 personas están de acuerdo conmigo.
Repertorio de Aerosmith en Madrid:
1. Let The Music Do The Talking
2. Nine Lives
3. Love In An Elevator
4. Livin´ On The Edge
5. Rag Doll
6. Falling in Love (Is Hard on the Knees)
7. Stop Messin’ Around (versión de Fleetwood Mac)
8. Oh Well (versión de Fleetwood Mac)
9. Remember (Walking in the Sand) (versión de The Shangri-Las)
10. Sweet Emotion
11. I Don’t Want to Miss a Thing
12. Come Together (versión de The Beatles)
13. Eat The Rich
14. Cryin´
15. Dude (Looks Like a Lady)
Bises
16. Dream On (con un extracto de “Angel” como introducción)
17. Mother Popcorn (versión de James Brown)
18. Walk This Way