Guns N' Roses cumplieron las expectativas en Bilbao

Tras varios meses de espera, cerca de 40 fans se reunieron ayer, martes 30 de mayo, en el nuevo estadio San Mamés, en Bilbao, para presenciar la primera actuación en España de la nueva gira europea de los rockeros norteamericanos Guns N’ Roses.

Poco más de un año después de que el guitarrista Slash y el bajista Duff McKagan volviesen a la banda liderada por el vocalista Axl Rose, y tras decenas de conciertos por todo el mundo, al fin le tocaba el turno a sus fans españoles.

Desde primeras horas del día, los alrededores del estadio San Mamés presentaron un amplio despliegue policial para garantizar la seguridad de los asistentes ante la amenaza terrorista. Afortunadamente, todo se desarrolló con normalidad y los 40 seguidores allí reunidos pudieron disfrutar de un gran espectáculo.

Antes de la actuación de las estrellas de la noche, los también norteamericanos Tyler Bryant & The Shakedown y la Mark Lanegan Band salieron a escena para ir caldeando el ambiente. Los primeros consiguieron animar al poco público aún congregado con su rock enérgico, de fuerte influencia setentera, pero Mark Lanegan Band supuso un pequeño bajón, y es que su grunge oscuro y de carácter depresivo hizo que, salvo quienes siguen la carrera del ex lider de los Screaming Trees, pocos consiguieran mantener la atención por su actuación.

Pero poco importó eso cuando justo a las 21.30 h saltaron a escena Guns N’ Roses. Con una puntualidad tan exquisita como extraña para quienes conocemos el pasado de Axl Rose y su “aficción” por llegar tarde a los conciertos, los rockeros californianos pretendieron demostrar desde el inicio con “It´s So Easy” que su reunión no es solo por dinero, sino que esta vez lo quieren hacer bien. Guns N’ Roses ya no son unos jovencitos de 25 años dominados por un entorno de sexo, drogas y rock n’ roll. Axl, Slash y Duff superan sobradamente los 50 años y, si bien carecen de la energía física de antaño, ahora muestran una mayor profesionalidad, tienen mucha más experiencia y siguen sabiendo tocar sus canciones tan bien como en el pasado.

Ante la euforia de su público y aparentemente sin importarles no haber llenado en Bilbao, Axl y compañía salieron a darlo todo, ofreciendo lo mejor de su repertorio clásico y algunas canciones de su polémico “Chinese Democracy”. Poco a poco fueron cayendo joyas como “Mr. Brownstone”, la coreada “Welcome To The Jungle”, “Estranged” o “Civil War”, las cuales fueron mezclando con un buen surtido de versiones de otros artistas, entre las que destacaron como siempre “Live And Let Die” y “Knockin´ On Heaven´s Door”, de Paul McCartney y Bob Dylan respectivamente. Pero también quisieron homenajear al recientemente fallecido lider de Soundgarden, Chris Cornell, tocando una acertada versión del tema “Black Hole Sun”.

Uno de los momentos álgidos de la noche llegó con la interpretación de “Sweet Child O´Mine”, la cual fue precedida por un solo de guitarra de Slash en el que intercaló la canción principal de la película “El Padrino” como ya hicera en las giras de los discos “Use Your Illusion”. Otro punto fuerte de la velada llegó con “November Rain”, para la cual emergió un piano de cola del suelo del escenario, desde el cual Axl Rose cantó la balada con gran sentimiento.

De “Chinese Democracy” se dejaron escuchar hasta cuatro temas, siendo el que da título al disco y la romántica “This I Love” quizás las más acertadas; pero el público había ido principalmente para escuchar los clásicos grabados por los Guns N’ Roses de los ’80 y primeros `90, y de este modo “Nightrain” consiguió hacer saltar a todo el mundo y dejar los ánimos muy altos para encarar los bises finales. Por suerte, pudimos escuchar “Don´t Cry”, la cual se dejan en el tintero en algunos conciertos, y tras otra versión, en este caso del clásico de The Who, “The Seeker”, el final llegó con la festiva “Paradise City”, con lluvia de confeti y explosiones incluidas.

La banda al completo salió a despedirse del público y se retiró agradecida, sabiendo que su misión estaba cumplida. En total fueron 2 horas y 50 minutos de concierto, sin apenas descanso, canción tras canción. Ya no queda rastro de las largas parrafadas que soltaba Axl Rose en los años ´90 y que aburrían hasta al más paciente; tampoco hubo salidas de tono, amenazas de parar la actuación, ni un miembro borracho sobre el escenario. Todo eso ha quedado atrás, y a día de hoy, Guns N’ Roses es una banda profesional que cumple a la perfección con su cometido (muy bien pagado por otra parte).

Slash, Duff y el resto de integrantes se mostraron perfectos a nivel musical, y la voz de Axl Rose estuvo a la altura. Cierto que prácticamente ha perdido su tan característico rasgado, pero defendió con mucha diginidad los tonos altos, y se pegó algunas carreras por el escenario propias de sus mejores tiempos. Lo más reseñable de Axl es que por fin ha recuperado la humildad perdida en los tiempos de gloria del grupo, y a pesar de que apenas cruzó miradas con Slash, sí que se le vio disfrutar del concierto, sonriendo en muchas ocasiones. No habló mucho con el público, pero lo poco que lo hizo fue para dar las gracias.

Han tenido que pasar casi 25 años para que esta reunión se prodruzca, pero a tenor de lo visto anoche en Bilbao, la espera ha merecido la pena. Nadie sabe si esta reconciliación de Axl, Slash y Duff durará mucho tiempo, si habrá nuevo disco o si volverán a girar, pero al menos los que ayer asistieron al concierto de Guns N’ Roses en Bilbao se han quitado una espina clavada desde hace más de dos décadas, y eso es más de lo que la mayoría esperaba.

Repertorio de Guns N’ Roses en Bilbao:

1. It´s So Easy

2. Mr. Brownstone

3. Chinese Democracy

4. Welcome To The Jungle

5. Double Talkin’ Jive

6. Better

7. Estranged

8. Live And Let Die (Wings cover)

9. Rocket Queen

10. You Could Be Mine

11. Attitude (Misfits cover, con la intro de “You Can’t Put Your Arms Around A Memory”)