Hoy en día, encontrar trabajo no es una tarea fácil. Pocos puestos de trabajo, mucha competitividad. Además las condiciones laborales van de mal en peor.
Pero, ¿qué hay de los trabajos que nadie conoce?, ¿será este problema trasladable a empleos en los cuales nadie repara?
Estos extraños empleos deben ser realizados por alguien, pero poca gente se para a pensar en que algo así pueda existir. En algunos casos es difícil pensar que alguien pueda cobrar por hacer un trabajo que parece más bien un regalo y en otros casos lo que es difícil es imaginar a quién le puede gustar, o al menos no horrorizar, llevar a cabo empleos tan desagradables.
¿Quién no querría trabajar como turista profesional? Viajar a destinos idílicos, conocer mundo. Disfrutar de unas vacaciones permanentes, pagadas, claro.
En la misma línea, pero pensado para quienes no quieren estar todo el día de aquí para allá, ¿por qué no dedicarse a cuidar una isla paradisíaca? Así es, esto es posible, ¿qué habrá que hacer para cobrar por semejante placer?
Y, aunque parezca sacado de la imaginación de un niño, ¿sabías que hay personas que se dedican a catar helados? El deseo de cualquier niño, y ¿por qué negarlo?, de muchos adultos también.
Otro trabajo, por el que muchos adolescentes harían casi cualquier cosa, es el de probar videojuegos para comprobar que todo esté correcto y no halla fallos de ningún tipo. Lo que muchos ya se pasan el día haciendo, podría ser su medio de vida. Eso sí, para trabajar en esto no basta con pasarse horas jugando a estos juegos, si se tienen conocimientos informáticos las probabilidades de cobrar por este ‘hobby’ son mucho mayores.
Pero, no todos estos trabajos tan poco comunes son empleos soñados. ¿O alguien sueña con oler las axilas de desconocidos? Esto es lo que deben hacer los empleados como testadores de desodorantes. Un trabajo, desde luego, nada gratificante y bastante incómodo.
Incómodo y complicado debe ser también el trabajo que realizan algunos empleados de metro, en algunos países como Tailandia. Allí, personas uniformadas se dedican a empujar a la gente del tren para que quepan cuantos más mejor y para que no haya retrasos. Es posible que haya gente que disfrute de empujar a otros, pero, sin duda alguna, no es el trabajo con el que uno sueña de niño.
Por último, el trabajo que debería ser considerado como el más aburrido del mundo, se lleva a cabo en un hotel de la India. En este hotel, se paga a un hombre para que ondee una bandera a los clientes y espantar de esta forma a pájaros. Horas y horas solo moviendo una bandera.
Hay trabajos que no están pagados…