Acaba de publicar su segundo libro “Érase ninguna vez” con la editorial Cuadernos de Laberinto. Un poemario que se adentra en el desamor sin ningún tipo de complejos, y en el que su autor, Mario Migueláñez González, reivindica sus pulsaciones ante la pasión.
P: ¿“Érase ninguna vez” porque nunca viviste tu cuento de hadas?
R: Realmente no puedo decir que no haya vivido cuentos de hadas. Tal vez, mi forma de vivir el amor sea así, pero en mi experiencia son cuentos que tienen fin, cuentos que son a medias y que no llegan a ser, de ahí el título de este trabajo.
P: De entrada, el título del libro invita a pensar en un libro escrito desde el rencor. ¿Es así?
R: Tal vez, exista algo de rencor hacia el amor, hacia ese sentimiento que fluye por mi corazón durante un tiempo determinado y que luego, después de un tiempo, vuela lejos, en algunos casos dejando una gran aguja clavada en él.
P: ¿Entonces es una oda al desamor?
R: Podría decirse que la mayor parte de mis escritos sí que tratan del desamor. Para mí, es mucho más sencillo y terapéutico al mismo tiempo volcar los sentimientos sobre el papel cuando vives en ese estado. Lo bueno lo disfrutas cada día, el resto, ese desamor, pasa a ser poesía.
P: ¿Conocemos la vida sentimental de Mario si leemos “Érase ninguna vez”?
R: Probablemente, cuando el lector se adentre en mis escritos va a conocer gran parte de mi vida sentimental, de mi forma de sentir, empatizando rápidamente con alguno de los versos que he dejado en este libro.
P: Y ese proceso de sacar tus recuerdos y experiencias del baúl de tus emociones, ¿es doloroso?
R: No del todo, más bien es un proceso curativo, es una necesidad interior, donde tú a solas y con un pc o bolígrafo, y papel como aliado, dejas tomar la palabra al corazón y vas cicatrizando con cada verso, en la medida de lo posible, las heridas.
P: ¿Es la escritura para ti y en este caso la poesía una forma de quedar con tu mejor amigo/a para desahogarte?
R: No podría haberlo definido mejor. La poesía y escribir en general, en mi caso, es una forma de liberar los sentimientos sobre el papel, que un día escogí como amigo, y que, hasta el día de hoy, nunca me ha fallado.
P: Y el lector, ¿también se desahogará?
R: El lector probablemente se mimetizará con algunos de mis poemas, porque son historias, como en mi anterior libro, por las que todos alguna vez hemos pasado. Algun@s las callan y otros las escribimos. Yo desde luego me quedo con esta última, una forma bonita de dejar plasmado de algún modo tu vida y estoy seguro de que es un libro que sobre todo hará sentir mucho.
P: Fíjate que desde el origen de los tiempos se le canta, recita y escribe al asunto del amor y el desamor y a veces hasta nos empalaga, estamos saciados… ¿Qué añades y qué cosas diferentes cuentas para atraer la atención y enganchar al lector?
R: Pienso que “amor” es una palabra que de por sí no tiene ningún significado, pero que por el contrario da significados a muchas cosas. Es un concepto que no tiene una definición concreta y que cada uno, con su magia, nos lo hace ver de una forma muy diferente. Yo, aquí, en este primero poemario, dejo la mía.
P: ¿Te gusta la palabra poeta para definirte?
R: No me gusta encasillarme, pero por qué no, no es una palabra que me disguste, aunque no soy sólo poeta, sí es una parte de mí.
P: Además, conectas en gran medida con tu público a través de las redes sociales…
R: En efecto así es, la verdad que estoy muy contento con este medio para mi labor de difusión personal. Pienso que, trabajando día a día en este mundo, puedes llegar a muchos sitios, y es cierto que mi trabajo se va reconociendo en parte del país; y de eso estoy muy orgulloso. Poco a poco se hacen los grandes caminos.
P: ¿Piensas en el lector cuando escribes, en agradarlo o en provocarle sentimientos?
R: La verdad es que cuando escribo sólo pienso en hacerlo bonito. Escribo cosas que a todos nos han pasado y que por suerte es una manera de empatizar con muchas personas, a ellos les gusta y yo feliz de ello.
P: Tras la experiencia de tu primer libro, ¿cómo crees que es tu relación con tus lectores?
R: Enlazando con la cuestión anterior, creo que el primer libro ha dejado muy buenas sensaciones frente al público, y espero que, con este segundo libro, más maduro desde mi punto de vista, las sensaciones sean iguales o mejores.
P: ¿Con “Tu chaqueta ya no me abriga” y ahora con “Érase ninguna vez”, has vaciado ese baúl de sentimientos y experiencias de tu vida?
R: No lo creo (jejeje). Gran pregunta que el tiempo será encargado de contestar. Pero en mi opinión no. Pienso que tengo mucho que escribir, que sanar, que limpiar y que poco a poco espero que lo vayan demostrando mis siguientes proyectos. En cualquier caso, también quiero dejar claro que escribo porque me apasiona, he encontrado en la escritura una forma de conciliarme conmigo mismo y con el mundo, y eso, nunca habría que dejar de hacerlo.
P: ¿Qué versos tienes en la recámara?
R: Eso debería quedar guardado para mí (jejejej) pero he terminado hace poco un tercer proyecto que recoge en la misma línea de mi primer libro pequeños relatos y estoy trabajando en un nuevo poemario, que con el tiempo espero ir terminando. Como dicen, sin prisa, pero sin pausa.
P: Para terminar, tu verso preferido de “Érase ninguna vez”
R: Gran pregunta, difícil de contestar.
Algunos de ellos…
Del poema AHORA ES TARDE
“Te dedicas a salir una y otra vez de mi corazón,
abres herida grande
por la que caminas con amplitud
aunque poco a poco
estreches mi confianza.”
Del poema FALSAS APARIENCIAS
“La realidad
empieza por salirse de las mentiras,
que ser feliz a medias
no es ser feliz.”
Del poema REDES ROTAS
“Las ausencias
dejaron de ser temporales
para hacerse infinitivas,
llevándose los “te quiero”,
las sonrisas,
los cafés de la mañana
y los mensajes del mediodía.”
Del poema ME HE PREGUNTADO
“Me he preguntado
si tú me querrías a mí,
un chico con tantos defectos infranqueables
pero con la virtud
de quererte a todas horas
y entre horas también pretender quererte.”