A día de hoy, la Ahnenerbe sigue siendo un tema recurrente dentro de los libros que hablan sobre la Alemania nazi y la Segunda Guerra Mundial. De ella se sabe que fue una sociedad pseudocientífica controlada por el jerarca nazi Heinrich Himmler y que pretendía buscar los orígenes de la raza aria para así vincularla con la raza germana. También se ha hablado que durante sus extrañas expediciones al Tíbet, a Islandia, a Bolivia o a Irán, la Ahnenerbe tenía un cierto halo de misterio provocado por el ocultismo nazi, que buscaba objetos de poder como el Santo Grial o lugares míticos como el Shambhala.
Sin embargo, lo que poca gente sabe es que, dentro de esas misteriosas expediciones de la Ahnenerbe, Himmler puso el foco en las islas Canarias. Y se interesó por el archipiélago español porque pensaba que los aborígenes canarios, esto es los guanches, pertenecían a una raza aria pura que no todavía no se había contaminado. Himmler había leído trabajos de finales del siglo XIX que hablaban sobre la procedencia germana de los habitantes de las islas Canarias y que, por esta razón, el Imperio alemán podría reclamar el archipiélago en un futuro.
Por ello, en 1939, semanas antes que comenzase la Segunda Guerra Mundial, la Ahnenerbe centra su atención en las islas Canarias y encarga a Otto Huth, un etnólogo miembro de las SS, una expedición para estudiar las vinculaciones de la raza aria que allí podría haber. No obstante, cuando la expedición estaba a punto de partir, el gobierno de Franco no permitió la entrada del grupo de investigación a territorio español.
Tras la negativa por parte del gobierno español y la tensión bélica que comenzaba a anunciar la Segunda Guerra Mundial, provocó que la expedición de Otto Huth a las islas Canarias se cancelase. De esta forma, los ojos de la Ahnenerbe y de Heinrich Himmler desviaron su mirada de las Canarias, y el viejo sueño de una raza aria en suelo español se esfumó para siempre.