La Edad Media siempre ha sido trazada como una época oscura, gobernada por tercos monarcas y sacudida por constantes epidemias y guerras sin sentido. Sin embargo, ¿cómo es posible que en una etapa histórica considerada como oscura se pudieran levantar las magestuosas catedrales góticas? ¿O cómo pudieron crearse los grandes focos de conocimiento de las órdenes monásticas si la Edad Media era un supuesto caldo de cultivo del analfabetismo?
En medio de los interrogantes que despierta la época medieval, que fascinan a unos y provocan quebraderos de cabeza a otros, se mueve Esto no estaba en mi libro de Historia de la Edad Media, el último libro de Javier Martínez-Pinna. En su nuevo trabajo, publicado por la Editorial Almuzara, se realiza un recorrido por aquellos sucesos desconocidos que tuvieron lugar en la Edad Media y que no suelen ser mencionados.
Esto no estaba en mi libro de Historia de la Edad Media también recoge episodios rodeados de misterio y leyenda, donde se refleja el pensamiento mágico que prevalecía en las concepciones del hombre medieval. De esta forma, el lector podrá ser testigo de los supuestos prodigios ocurridos en batallas como la de Covadonga o las Navas de Tolosa; o podrá perseguir el mítico Santo Grial por la geografía española. Y si también es de buscar tesoros, podrá seguir la pista de los cuantiosos tesoros que habría escondidos por Granada (incluso en la Alhambra habría uno, custodiado por un centinela fantasmal).
En definitiva, el último libro de Javier Martínez-Pinna es un ejemplo que demuestra que la Edad Media no es como la pintan, sino que es mucho más que batallas, pestes y disparatos señores feudales. Porque, de no haber superado una Edad Media, quizá el europeo actual ni por asomo sería lo que es a día de hoy.