Hatra, capital de los partos y ciudad cuyas ruinas y restos del siglo III A. C. son Patrimonio Mundial de la Unesco, ha sido liberada este miércoles de las fuerzas del Estado Islámico.
“Las fuerzas progubernamentales irakíes de Hashid Shaabi han conseguido tras duros enfrentamientos con el enemigo, liberar la antigua ciudad de Hatra” según ha declarado el grupo encargado de realizarlo en un comunicado transmitido a los medios de información.
El grupo, apoyado por Irán, y que forma parte del conjunto de fuerzas iraquíes que se enfrentan al Estado Islámico en el país por la liberación de Mosul, ha conseguido hacerse con el control de la ciudad antigua, una maravilla arqueológica a la que las fuerzas del EI han sometido a su habitual proceso de destrucción, tal y como se pudo comprobar cuando se difundió un vídeo en el que se veía a miembros del autoproclamado EI destrozando las ruinas y las esculturas a martillazos.
Según el portavoz de Hashid Shaabi, sus fuerzas se encuentran a menos de tres kilómetros de la ciudad moderna de Hatra, liberando además, en el proceso, otras cinco localidades en una ofensiva lanzada desde tres frentes. El problema ahora radica en el desminado y en la desactivación de los posibles y más que probables artefactos explosivos que el EI haya sembrado en su huída.
Todavía es pronto para saber cuál es el estado real del recinto arqueológico. Las últimas noticias que se tienen están fechadas en 2015 cuando el Ministerio de Turismo y Antigüedades iraquí notificó que Hatra había empezado a sufrir los ataques del EI del mismo modo que hemos podido ver en otras zonas como Palmira en Siria, Nirumd o el propio museo de Mosul.
La importancia arqueológica e histórica de Hatra radica en ser la capital del primer reino árabe, y la primera ciudad del Imperio Parto, que se extendió desde Pakistán hasta Siria. Los partos fueran una cultura cuya influencia helenística queda de manifiesto en las ruinas que nos han llegado. Además fue una importantísima parte de la Ruta de la Seda por lo que fue un importante centro comercial durante la época de máximo esplendor de la misma. Las ruinas que nos han llegado hasta ahora, a espera de lo que pueda haber dejado en pie el EI, son los templos dedicados al dios solar y otras deidades, la muralla, gracias a la cuál la ciudad resistió dos invasiones romanas y otras estructuras y material arqueológico como estatuas, ánforas, cerámicas y otros restos.