Soy de las que le encanta en verano una sangría, una hamaca y un buen libro. Siempre en el afán de descubrir nuevos autores, nuevas historias, nuevas maneras de relatar, de sentir, de contar. Me recomendaron “La noche soñada” de Máxim Huerta, una novela de 2014, y no tardé ni un instante en abrir mi ebook y ponerme a soñar con una copa en la mano y buena sombra, en verano siempre a la sombra.
Máxim nos sumerge en una historia emocionante y llena de sentimientos que te palpitan desde lo más hondo. La historia es contada por Justo, el protagonista del relato, un niño de 12 años que cuenta su historia familiar y la busqueda de la felicidad de esta. ¿Qué pasaría si en vez de pedir un deseo hicieras todo lo posible por conseguirlo? Una historia con profundidad dónde todo tiene un sentido, una narración no lineal que nos va revelando poco a poco una hsitoria con un final impactante. El protagonista que cuenta su historia en el momento que sucede y treinta años después desentramando pooco a poco que pasó ese día en el que Justo decidió cambiar el rumbo de su familia.
“La noche soñada” es la relación entre una madre y su hijo, es el lazo que une a los hermanos, es el amor que hay si se sabe mirar más allá, hacía el horizonte. “La noche soñada” son corazones escritos en el baho de una puerta.
Es una historia para disfrutar a paso lento, para saborear cada párrafo y tatuar las reflexiones sobre la vida y la felicidad que Máxim te va regalando a lo largo de sus páginas. Yo me permito regalaros una de sus frases “Soñar debería ser asignatura. Somos, si somos persistentes, lo que soñamos”. Soñemos entonces y busquemos la felicidad.